Los mayores daños detectados por la Demarcación de Costas de Málaga se han producido en general en las playas de siempre, es decir, en las más sensibles frente a los temporales. Ferrara en Torrox, Torrecilla en Nerja, Malapesquera en Benalmádena y en gran parte de Estepona por ser una zona altamente erosionada. En Casares, por ejemplo, los técnicos de Costas pudieron apreciar ayer cuantiosos restos de cañas en las playas arrastradas por los ríos "pero las playas en sí están bien", dijo Ángel González, el jefe de Costas. Aún así, todavía es pronto para cuantificar económicamente las consecuencias de este temporal en las playas. El jefe de Costas calculó que habrá que esperar unos dos días para recibir toda la información y evaluar si es necesario acometer alguna actuación urgente, un extremo que no descartó en absoluto.

En cuanto a los daños en chiringuitos, señaló que es el momento de insistir en que "las infraestructuras fijas se coloquen fuera de la zona de alcance de los temporales y en los nuevos títulos concesionales que otorgue la Junta de Andalucía debe constar", ya que "se debe ser muy cuidadoso en este sentido y los empresarios deben concienciarse de ello".

El presidente de la Federación Andaluza de Empresarios de Playa, Norberto del Castillo, aseguró que los chiringuitos, salvo casos puntuales, no han sido los peor parados en esta ocasión "pese a que fue bastante grave y muy aparatoso". Señaló que las zonas de sombrillas y hamacas de prácticamente todas las playas "han desaparecido por completo". También las pesadas losas de hormigón que algunos empresarios colocan a modo de pasillo desde sus chiringuitos a las zonas de baño "han sido arrancadas por las olas en muchos casos como si fueran hojas".

Los ayuntamientos costeros afectados están en permanente contacto con Costas y los empresarios de playas para agilizar esta tarea de evaluación, y los servicios municipales se afanan en restablecer cuanto antes la normalidad.