Benito Zaya, Jesús Oliver, Pilar Lara, Mehdi Zaheri, Isabel Molina, Guillermo Quesada, Ana Ríos y María Antonia Estecha (izq. a der.)

Se han cocido dentro de un EPI, han visto a la muerte bien de cerca, han luchado contra un virus nuevo que ha puesto patas arriba al mundo entero, se han guardado sus miedos y, fundamentalmente, han salvado cientos de vidas. El personal de las unidades de Cuidados Intensivos ha tratado este año los casos de coronavirus más graves. A ellos va el premio Malagueños de Hoy y, por extensión, a todos, absolutamente a todos los trabajadores de la sanidad de la provincia.

Los premiados, con el delegado de Salud (tercero por la izquierda).

“Estamos cansados”, reconoció el jefe de la UCI del Hospital Regional, Guillermo Quesada. “Pero no nos vamos a rendir”, aclaró. Eso sí pidió “un poquito de ayuda a los ciudadanos”, con el cumplimiento de las medidas de seguridad. Quesada comentó que la primera oleada “fue como una guerra”, con un aluvión de pacientes, uno tras otro. “No estábamos preparados. Las UCI se tuvieron que reinventar”, recordó. Pero aseguró que ahora tras toda esa experiencia acumulada están “más preparados” frente al coronavirus.

María Antonia Estecha (izq.) y Pilar Lara, de la UCI del Clínico.

Los representantes de las distintas UCI de la provincia recibieron el galardón de Málaga Hoy con honor, satisfacción y responsabilidad. Todos destacaron la mayor humanización que ha dejado esta crisis sanitaria, con las nuevas tecnologías utilizadas para romper el aislamiento de los enfermos y que pudieran comunicarse con sus familiares. Y para ayudar también a estos a sobrellevar una hospitalización sin precedentes.

Guillermo Quesada y Ana Ríos, del Regional.

La jefa de la UCI del Clínico y directora médico de este hospital, María Antonia Estecha, resaltó “el miedo, la angustia y la soledad” tanto de los enfermos como de sus seres queridos ante esta situación inédita. Pidió “perdón” si al principio de esta crisis sanitaria hubo pacientes que estuvieron más solos. Pero destacó el trabajo profundamente humano realizado por todos los profesionales más allá de la asistencia: “La humanización la llevamos dentro. Lo hemos hecho siempre, pero hemos humanizado aún más nuestros cuidados. Hemos dejado que familiares entren a la UCI a ver a sus seres queridos. Los vestimos con EPI para que [los pacientes] murieran acompañados”. Insistió en que bien con familiares o de la mano de algún profesional, “jamás han muerto solos”. Y concluyó con un mensaje esperanzador:“Creo que lo peor ya lo hemos pasado”.

Mehdi Zaheri, jefe de la UCI del Hospital de Antequera.

Los representantes de las UCI hicieron hincapié en el trabajo de todas las categorías, todos los niveles asistenciales y todas las especialidades en la lucha contra la pandemia. El responsable de UCI del Hospital Costa del Sol, José Benito Zaya Ganfornina, también admitió la incertidumbre que generaba un virus desconocido. Opinó que la clave fue tratar de adelantarse y aseguró que lo aprendido en la primera ola, les sirvió para afrontar la segunda en mejores condiciones. También, como sus compañeros, puso el énfasis sobre “la humanización” de las UCI. Recordó que cuando los pacientes despertaban tras muchas semanas sedados, mediante videollamadas, podían inteactuar con sus familiares. “Esa parte humana de la UCI se ha reforzado”, remarcó. Igual que los demás, subrayó el esfuerzo de todos: “Nadie ha pestañeado. Estamos cansados, pero el virus no nos ha derrotado”.

José Benito Zaya Ganfornina, responsable de la UCI del Hospital Costa del Sol

“Nadie estaba preparado para esta pandemia”, coincidió el director de Cuidados Intensivos del comarcal de Antequera, Mehdi Zaheri Beryanaki. Precisó que su hospital pasó contrarreloj de siete camas de Cuidados Intensivos a 17. Un esfuerzo, el de los centros comarcales, que fue clave para que no colapsaran los grandes hospitales y no tuviera que abrirse el auxiliar de Carranque. Relató que aguantar “12 horas con mascarilla y EPI es muy difícil”. Pero lo hicieron. Y numerosas personas están hoy vivas gracias a esa lucha de todos.

Por el hospital de Ronda habló la enfermera de la UCI Isabel María Molina Muñoz. Enfatizó “el conocimiento, la ilusión y el esfuerzo de todos los profesionales” puestos al servicio de la salud. “Se ha hecho la labor más bonita del mundo. Seguimos en primera línea y pedimos responsabilidad social”, concluyó.

El gerente del SAS (izquierda) interviene ante la mirada del director de Málaga Hoy.

Por su parte, el gerente del SAS, Miguel Ángel Guzmán, presente en el acto, agradeció el reconocimiento al personal que ha estado y sigue estando "en primera línea" contra el coronavirus. Durante la entrega de las distinciones, alabó el trabajo de todo el personal de los centros sanitarios durante los nueve meses que lleva la pandemia desde que entró a Andalucía allá por marzo. Señaló que hacerle frente ha sido una tarea “transversal y multidisciplinar” en la que todos han luchado contra el Covid. “Ningún profesional del SAS se ha quedado fuera de este esfuerzo”, resaltó el responsable del organismo en un reconocimiento expreso del trabajo realizado por "todo el personal". 

Debido a la extensión del acto, no todos pudieron hacer uso de la palabra. Pero también acudieron a recibir el premio Ana Ríos, jefa de bloque de UCI y Urgencias del Regional; Pilar Lara, supervisora de ese área en el Clínico, y Jesús Oliver, enfermero del Hospital de la Axarquía.

Concluida la entrega de premios, vino una sesión de fotos en la que se llevaron el protagonismo. Porque muy a su pesar, este año han sido los protagonistas. Por eso demandan responsabilidad frente al Covid y cumplimiento de las medidas para contenerlo. Lo piden encarecidamente ellos que han visto como nadie la peor cara de la pandemia.