Málaga

La UMA registra 37 patentes en 2022 y se sitúa la cuarta de España en transferencia internacional

Una investigadora en el Centro de Investigaciones Médico Sanitarias de la Universidad de Málaga.

Una investigadora en el Centro de Investigaciones Médico Sanitarias de la Universidad de Málaga. / Javier Albiñana

Un dispositivo amortiguador para vehículos, una terapia celular para el tratamiento de disfunciones de esfínteres, un andador para pacientes pediátricos, una planta desaladora solar flotante. Son algunos de los inventos creados por la Universidad de Málaga en los últimos meses. En este 2022 han sido 37 las patentes registradas, una cifra que la sitúa en el séptimo lugar de España en cuanto a patentes nacionales y en el cuarto en internacionales. 

"Estamos muy contentos, la Universidad de Málaga está muy bien posicionada a nivel nacional y eso que no somos una universidad politécnica, pero es verdad que la interacción con el Parque Tecnológico es muy fuerte", reconoce Teodomiro López, vicerrector de Investigación y Transferencia de la UMA. Y agrega que la transferencia "está en todo el tejido de la Universidad" y es un dato importante que indica la capacidad investigadora de la institución académica, que este año ha cumplido medio siglo de vida. 

"Detrás de cada invento hay una base investigadora importante, estás ideando un nuevo prototipo y tienes al mismo tiempo la capacidad de hacer la transferencia en un producto concreto", apunta el vicerrector. Igualmente, señala que "uno siempre tiene en la cabeza que se patenta en el ámbito de la ingeniería y la ciencia, pero también se hace en la salud, las ciencias sociales y jurídicas, las humanidades... Un egresado de Bellas Artes también tiene una capacidad enorme de interactuar con el mundo de la transferencia y una solución a un problema económico puede ser una patente, se han roto los paradigmas en ese sentido". 

Aunque la presencia del ahora llamado Málaga TechPark hace que muchas investigaciones se centren en las tecnologías de la información y la comunicación, las TIC, en todos los ámbitos del conocimiento hay transferencia. "No tiene que ser algo tan ligado a la parte más práctica, hay mucha variedad", agrega Teodomiro López.

"Nuestra OTRI (Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación) está haciendo una labor muy importante, se han llevando a cabo dos proyectos piloto para inculcar la cultura y la metodología de la transferencia en áreas del conocimiento que no están tan acostumbrados, a grupos de investigación menos familiarizados", añade el vicerrector. Estos proyectos intentan concienciar a los investigadores que su trabajo puede tener gran capacidad de transferencia, en comunicación, educación, traducción, etcétera.

Es fundamental, como destaca el vicerrector, "que los investigadores conozca las herramientas y el camino". Por ello, en esta labor de difusión lanzan convocatorias para que grupos e institutos de investigación opten a ellas y realizan "una tarea de acompañamiento con talleres específicos y formación en transferencia, así son más conscientes de su potencialidad y se pierden las inercias anteriores", destaca. 

"La investigación básica es la primera piedra, si no se tienen conocimientos de base no se llega a la transferencia. Detrás de la vacuna del Covid hay un conocimiento profundo de la genética, de la biología molecular, etcétera, para que con toda esa información se desarrolle una vacuna, hay que cuidar mucho a los que hacen investigación básica porque ese el camino para terminar en la transferencia posterior", indica el vicerrector de Investigación y Transferencia de la UMA. 

Alrededor de 600 contratos de investigación

El balance de 2022 en el plano de la investigación también ha sido bueno, según considera Teodomiro López. Detalla el vicerrector que se han creado cerca de 50 contratos nuevos de FPU y FPI, Formación de Profesorado Universitario y Formación de Personal Investigador, contratos nacionales financiados por el Ministerio.

Además, indica, "hemos sido capaces de captar talento tanto a nivel nacional como internacional con los programas Ramón y Cajal, Juan de la Cierva y Energía de la Junta de Andalucía". Y subraya que las cifras rondan los 6 millones de euros para contratación de profesionales que llegan desde universidades extranjeras, en su mayoría, para participar en estos programas "tan competitivos y excelentes". 

"Ahora mismo tenemos unos 600 contratos de investigación, personal investigador contratados con cargo a los fondos de investigación, ya sean proyectos de algún investigador o del Plan Propio de la UMA, contratos de convocatoria regionales y nacionales", señala Teodomiro López. 

El Plan Propio de Investigación de la UMA, que se gestiona con fondos de la institución académica, ha rondado este 2022 en torno a los 4,3 millones de euros. "Es un plan que tiene músculo, solidez, ha crecido en casi un 50% en dos o tres años y nos permite llegar a ser un apoyo en la investigación, en la transferencia, en la divulgación cuando no llegan los planes nacionales ni regionales", subraya el vicerrector.

En proyectos nacionales y autonómicos, los grupos de la UMA han sido capaces de captar 20 millones de euros. El vicerrector destaca entre ellos un proyecto muy importante, financiado con fondos Next Generetion y ligado a la tecnología 6G que ha conseguido una financiación de 6,7 millones. Los profesores Pedro Merino y Raquel Barco dirigen este proyecto. 

"Málaga tiene una universidad sólida, fuerte y con un potencial investigador muy importante, cada vez se acerca más a Sevilla y Granada, de las dos de mayor tamaño de Andalucía", asegura López. En cuanto a 2023, considera que "va a ser un año difícil, la situación económica es complicada, pero tenemos que aspirar a que las partidas de investigación se mantengan lo más parecidas posibles a 2022".

"La investigación es uno de los dos pilares de la UMA, lo que termina haciendo grande a una universidad, así que la aspiración es aguantar la crisis, intentando que los fondos de investigación se vean lo menos resentidos posible", concluye el vicerrector. Hasta el momento se han mantenido los planes nacionales y regionales de investigación y los fondos Next Generation "han dado un soplo de vitalidad" que esperan seguir teniendo. 

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