Vacaciones, siempre y para todos

Al llegar el verano, a la impotencia que sufren los desempleados se le suma cierta frustración que les impide plantear con serenidad sus vacaciones. Las personas que trabajan disfrutan de vacaciones en verano como recompensa a todo un año laboral, mientras que los parados tienden a pensar que no tienen derecho a descansar por no haber conseguido su objetivo laboral e incluso se sienten culpables si disfrutan de actividades de ocio y tiempo libre. Para la Fundación Adecco, entidad sin ánimo de lucro que apuesta por la inserción laboral, las vacaciones son un período en el que se interrumpe una tarea habitual y que ésta no tiene por qué ser un empleo. "Salir a buscar trabajo es un trabajo en sí mismo que puede agotar y desgastar como cualquier otro", aseguran desde la fundación. Por eso, en el ecuador estival, han sacado una serie de consejos para que los desempleados se olviden del estrés y puedan pasar un mes de agosto sin frustraciones.