Están en pie de guerra porque se sienten agredidos y no han dudado en mostrarlo. La Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga quiso ayer hacer público su rechazo a la gestión que el Ayuntamiento está haciendo del botellón. Aseguran que en ningún momento han contado con ellos para tomar la decisión de prohibir su práctica y saben que al clausurar un espacio acotado los jóvenes van a volver a las calles del centro, "con todo el ruido, el vandalismo y la suciedad que esto acarrea", sostuvieron. Por ello, además de iniciar una campaña de denuncias masivas van a exigir una compensación económica para los afectados.

"Esta situación no sólo la pagamos con nuestra salud, sino que también se deprecia la vivienda, tenemos que gastar dinero en aislar el piso con cristales especiales, usamos más aire acondicionado porque no se pueden abrir las ventanas y gastamos más energía", comentó María José Soria, presidenta de la asociación. "Con esta campaña lo que queremos es que la situación no se vuelva a dar pero parece ser que si no se toman medidas judiciales es más difícil que nos hagan casos, en otras ciudades, los ayuntamientos han perdido pleitos y han tenido finalmente que pagar", añadió la representante.

Además, esta asociación pidió ayer la dimisión del concejal de Juventud Elías Bendodo por considerar su actitud "sectaria y no democrática" en la prohibición del botellón. "El Ayuntamiento ha mostrado una actitud autoritaria con los vecinos, que no hemos sido tenidos en cuenta en ningún momento, y sumisa con los empresarios de los bares, con los que incluso, dicen, que están negociando el precio de las copas", aseguró ayer en la conferencia de prensa Joaquín Jiménez, responsable de ruido de la entidad vecinal.

De forma experimental durante el verano y de manera más rigurosa a finales de septiembre, los vecinos van a iniciar las denuncias. Después de informar a los vecinos y tener reuniones con los afectados, se va a repartir dos modelos de denuncias ya confeccionados que la asociación se encargará de recoger y llevar al registro semanalmente. Una de ellas será por ruido y actividades molestas en la vía pública y otra por ruido en locales de ocio. Ambas "irán dirigidas tanto al alcalde como a la Policía Local y le haremos el seguimiento para ver en todo momento en qué fase se encuentran", explicó Soria.

Los vecinos aseguran que ya hicieron su propuesta para "dar una solución a esto: habilitar un espacio físico recogido en el PGOU y alejado de viviendas, en el que se facilitase el acceso y la puesta en marcha de otro tipo de actividades".

Después de la prohibición decretada por el Ayuntamiento la pasada semana, Málaga vivirá hoy después de muchos años el primer fin de semana sin un botellón en la calle.