Abusos sexuales en fiestas de pijama: 40 años de prisión para un padre por agredir a seis amigas de su hija

El juez subraya que el agresor aprovechaba que estaba al cuidado de las menores para tocamientos bajo el pretexto de masajes

Un jurado enjuiciará al acusado de asesinar y emparedar a su pareja en Torremolinos

Juzgados de Marbella.

El escenario solía ser el mismo, fiestas de pijama con menores. Las víctimas, seis amigas que habían sido invitadas por dos adolescentes a pasar varias noches en su casa. El padre de éstas, la persona que debía cuidarlas, acabó denunciado por abusar sexualmente de las niñas, que tenían 11 años, bajo el pretexto de darles masajes. Ahora, el Tribunal Supremo ha dictado que el agresor permanezca más de 40 años entre rejas al ratificar la condena en un caso con ramificaciones en Marbella, donde ocurrieron parte de los hechos investigados.

Los abusos se prolongaron entre 2016 y 2021, año en el que las menores habían cumplido los 16. En ese lustro, el progenitor había aprovechado las visitas frecuentes de las amigas de sus hijas a su vivienda, además de viajes vacaciones, para perpetrar las agresiones. En la resolución judicial, a la que ha tenido acceso este periódico, los jueces subrayan que se valía de la confianza que los padres habían depositado en él para hacerse cargo de las menores en fiestas nocturnas que organizada en su casa. Con ellos les unía una valiosa relación de amistad desde hacía varios años, la misma que mantenían sus hijas y que se vio truncada.

El padre de las hermanas utilizaba excusas como masajes o muestras de afecto para llevar a cabo tocamientos y otros actos de índole sexual, según la sentencia dictada en primera instancia por la Audiencia Provincial de Zamora.

Una de las escenas que describe el fallo judicial se remonta a la Nochevieja de 2018, cuando el autor pedía a las víctimas, entonces de 13 años, que se desnudaran. Los abusos continuaron en una fiesta de pijama posterior,

en el baño con una de las adolescentes que se sentía indispuesta tras haber consumido alcohol.

En otra ocasión, al regresar de un parque acuático, el padre de las adolescentes volvió a abusar en la cama de una habitación de otra de las amigas, que comenzó a "sentirse incómoda" y le "pidió que parara", según la sentencia. También durante unas vacaciones en la playa, el procesado, "a sabiendas de que llevaba a cabo una acción contra la libertad sexual de la víctima y que cercenaba su indemnidad sexual", hizo tocamientos a una de las menores, de unos 12 años, que estaba saltando las olas, toda vez que "intentaba irse".

15 años sin comunicarse con las víctimas

Todas estas situaciones, acreditan los informes aportados al procedimiento, han provocado que las víctimas tuvieran que recurrir a "psicológicos especialistas" en estos delitos y, durante la fecha del juicio, presentasen secuales significativas, como un "cuadro clínico de estrés postraumático", síntomas depresivos, problemas de sueño e incluso autolesiones.

La sentencia inicial dictaba para el acusado penas individuales de entre los 4 y los 10 años y medio por cada uno de los seis delitos continuados, que en conjunto superan los 40 años de prisión y han sido confirmadas por el Supremo, si bien anula la obligación de que asumiera las costas de su recurso que le había sido impuesta. El padre tampoco podrá acercarse a menos de 500 metros respecto a cada una de las víctimas y también se le prohíbe comunicarse con ellas durante 15 años.

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