Cees V. fue asesinado a machetazos a las puertas de un pub de Torremolinos tras una pelea con otro hombre que supuestamente había proferido comentarios obscenos a unas chicas jóvenes que se encontraban en el local. Una actitud que la víctima le habría recriminado -como adelantó en su día Málaga Hoy-. Este lunes, el hombre que fue detenido por su presunta responsabilidad en los hechos y permanece en prisión provisional desde entonces se ha sentado en el banquillo de los acusados. Ante el jurado popular que será encargado de emitir un veredicto, se ha declarado culpable de los hechos. 

Era 25 de mayo de 2022. Tarde-noche. Se disputaba la final de la UEFA Conference League 2022 entre la Roma y el Feyenoord de Róterdam. En el Heineken Corner, un bar situado en la barriada de La Carihuela (Torremolinos), la expectación era máxima y el ambiente eufórico, ya que el negocio está regentado por holandeses y la clientela mayoritaria está compuesta también por ciudadanos originarios de esta región. 

Poco antes de la medianoche, sobre las 23:52, el procesado, Melvyn S. se dirigió hacia unas chicas a las que hizo unos comentarios fuera de lugar. Según reza en el escrito de acusación inicial -al que ha tenido acceso este periódico-, Cornelis (más conocido como Cees) le reprochó lo que acababa de hacer. Sin embargo, el incidente se habría solucionado cuando el dueño del establecimiento calmó los ánimos de ambos, evitando que el enfrentamiento fuera a mayores. También les habría dicho que terminaran la consumición, pagasen lo que debían y se marchasen de allí. 

Melvyn S., transcurrido un tiempo, así lo hizo. Al abandonar el bar dijo: "Dont worry, coming good, coming good" (No te preocupes, está bien, está bien). A continuación, se dirigió hacia un parking cercano en el que había dejado su coche. Del maletero, habría cogido un cuchillo tipo machete -con empuñadura de goma de 30 centímetros de largo y una hoja de 18 centímetros- con el que se dirigió de nuevo caminando hasta el Heineken Corner. 

En ese momento, Cornelis se encontraba en la puerta del pub fumando un cigarro. El autor ya confeso entonces habría escondido el cuchillo en el espalda, en un primer momento, para después dejar caer la mano con la que lo sostenía, quedando el arma en paralelo a su cuerpo, siempre según el relato del Ministerio Público. Cuando Cees lo vio, cruzó la calle y entonces se produjo una pelea en la que los dos se habrían agredido. 

La Fiscalía sostiene que Melvyn S. en ningún momento soltó el machete, sino todo lo contrario, lo empuñó y lo sujetó fuertemente dirigiéndolo hacia la víctima, a la que causó lesiones que afectaron sobre todo al pulmón izquierdo y el estómago. En consecuencia, sufrió una hemorragia masiva que sería el motivo final de la muerte. 

Tras una exploración psicopatológica se pudo determinar que el autor -ya confeso- de los hechos aquel día había consumido bebidas alcohólicas y estaba un tanto afectado por ello. Si bien, no consta acreditado que sus facultades cognitivas y volitivas estuvieran alterada. Tampoco que presente ninguna anomalía. 

Aunque la Fiscalía pedía inicialmente trece años de prisión para el acusado, tras un acuerdo alcanzado entre todas las partes, las acusaciones solicitan ahora para Melvyn S. diez años de cárcel por un delito consumado de homicidio. En materia de responsabilidad civil, a la espera aún del veredicto del jurado popular y de la sentencia del magistrado-presidente, el autor confeso deberá indemnizar tanto a la viuda de la víctima como a sus tres hijos con 100.000 euros a cada uno. Asimismo, las partes han considerado que se debe aplicar la circunstancia que atenúa la pena de reparación del daño, porque el acusado ha consignado ya 96.000 euros de la indemnización que le corresponde.