El aeropuerto de Málaga operará casi 1.800 vuelos en el primer fin de semana de julio

El aeropuerto de Málaga-Costa del Sol operará desde este viernes al próximo domingo, el primer fin de semana de julio, 1.798 vuelos, lo que supone 29 más (1,63%) que en el periodo equivalente del pasado año, cuando contabilizó 1.769 operaciones.

En el arranque de las vacaciones de julio se pondrá de manifiesto la relevancia del aeropuerto de Málaga como vía de entrada de turismo internacional a Andalucía: las conexiones con otros países ascienden a 1.436, lo que supone el 79,8 % de los vuelos programados por las aerolíneas, frente a 362 con origen o destino en España, según los datos facilitados por Aena.

El día de más actividad será el domingo 6 de julio, en el que están previstos 617 movimientos, de los que 494 serán internacionales, seguido de este viernes 4 de julio, con 609 operaciones (471 fuera de nuestras fronteras) y el sábado 5, con 572 vuelos (471 foráneos y 101 domésticos).

En el fin de semana equivalente de 2024, entre el viernes 5 y el domingo 7 de julio, la infraestructura malagueña operó un total de 1.769 vuelos, y el día de más actividad también fue el domingo, con 620 operaciones.

El aeropuerto de Málaga se mantiene como el cuarto de la red Aena en volumen de pasajeros y ha encadenado en lo que va de año crecimientos consecutivos de viajeros cada mes.

Entre enero y mayo de este año, la infraestructura malagueña ha registrado 9.762.297 pasajeros (+7,7 %), cifra solo superada por los de Madrid-Barajas, con 26,8 millones (+3,6 %); Barcelona, con más de 21,8 millones (+4,1 %) y Palma de Mallorca, con 10,3 millones (+2,5 %).

Este aeropuerto, uno de los de mayor componente turístico de la red Aena, marcó en el mes de mayo un nuevo hito al superar la barrera de los 2,5 millones de pasajeros, una cifra para la que en 2024 hubo que esperar a julio (2,65 millones), en pleno verano.

Dentro del aeropuerto de Málaga en verano

Cada día, unos 9.000 trabajadores cruzan los controles de seguridad del aeropuerto de Málaga-Costa del Sol. No todos visten uniforme ni van tras una cabina o un mostrador. Algunos sirven cafés en terminales repletas, arreglan los aviones, patrullan discretamente y esperan fuera, en los arcenes, con los motores en marcha para recoger a los viajeros. En julio, todos se preparan para afrontar uno de los meses más exigentes, con más tránsito y más esperados del año.

El aeropuerto funciona como una ciudad en miniatura a la que el pulso de late más fuerte en verano. Todos los engranajes funcionan conjuntamente y si uno falla, todos caen.

“Julio va a ser un mes duro a nivel de trabajo”, comenta entre risas Amanda Martínez, azafata de Ryanair. "Yo soy de Vitoria, llevo ya varios años volando, pero es mi primer verano aquí. El aeropuerto de la Costa del Sol es otro nivel. Incluso cuando estuve en Dinamarca no tenía nada que ver. Aquí hay muchísimos más vuelos que en un aeropuerto normal. Y Málaga, además, está de moda", explica.