Afectados por las inundaciones en Alhaurín el Grande

“Todos los vecinos seguimos con el miedo en el cuerpo”

  • Los operarios han trabajado durante todo el fin de semana para recuperar la normalidad

Una de las viviendas afectadas por la riada

Una de las viviendas afectadas por la riada / Marilú Báez (Alhaurín el Grande)

Alhaurín el Grande intenta recomponerse tras ser uno de los municipios más afectados de la provincia por las intensas lluvias de la madrugada del pasado sábado. Los operarios trabajaban durante el fin de semana en la recolocación de adoquines y losas de las aceras, levantadas por la fuerza de las precipitaciones, mientras que los vecinos intentaban recuperar la normalidad después de vivir un episodio que, aseguran, no haberse vivido antes.

“He dormido menos de dos horas en los últimos dos días”, contó Sarai Lozano, una vecina que se despertó por el “ruido terrorífico” del granizo y la lluvia golpeando su hogar. El agua también llegó a entrar a su vivienda: “Por suerte quedó ahí y poco a poco vamos recuperándonos, pero realmente los vecinos seguimos con el miedo metido en el cuerpo”, manifestó.

Alba María Rosa y David Santaoliva vieron desde su balcón cómo sus dos vehículos eran arrastrados por la riada que se formó en la avenida Alcalde Antonio Solano. Fueron golpeados por otros coches y además, uno de ellos chocó contra una farola, lo que hizo que quedara totalmente destrozado. Ahora se preguntan si le ofrecerán ayudas y, por lo pronto, están a la espera de la respuesta de su seguro: “Es una escena que no olvidaré nunca, no podía parar de llorar, pero menos mal que sólo es un daño material, espero que nos den soluciones”, manifestó la afectada.

"Ha sido un trago muy amargo"

Una familia de la calle Montecillos vivió una auténtica pesadilla. La intensidad de la lluvia llegó a derribar un muro que se encontraba en la parte trasera de la vivienda y, al ceder, toda la acumulación de agua penetró con fuerza en la misma hasta salir por las ventanas y la puerta principal, atravesando con fuerza todo el primer piso de la casa en donde se encontraban los cuatro miembros de la familia Madrid Molero, entre los que había dos menores.

Gracias a la rapidez de los adultos pudieron llegar hasta la segunda planta, donde trataron de refugiarse. El temporal dejó totalmente siniestrado su hogar, en el que el padre, José Antonio Madrid, afirmó que ha trabajado “durante 14 años para poder construirlo”. El Ayuntamiento les ha ofrecido una casa donde instalarse hasta que puedan recuperar la suya.

Otra de las viviendas afectadas fue la de Francisco e Inam Otero. Junto a familiares y amigos, estuvo achicando agua, limpiando el lodo y sacando muebles cerca de 15 horas. Este domingo consiguieron dejar su hogar impoluto, pero sin muebles: “Ha sido un trago muy amargo, no tenemos colchones y hemos dormido en los sofás, pero seguro que salimos para adelante, qué vamos a hacer”, contó Inam Otero.

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