El alcalde de Mijas sospecha que el incendio fue provocado

El pasado domingo Mijas se convirtió de nuevo en escenario de otro virulento incendio en la urbanización Calahonda, que se saldó con la evacuación preventiva de unos 2.000 residentes y con unos 3.000 metros cuadrados de terreno totalmente calcinados, según detallaron fuentes municipales. Ayer, el alcalde de la localidad, Ángel Nozal, expresó sus sospechas de que este último siniestro ha sido provocado, aunque afirma que será necesario esperar a los resultados de la investigación abierta para determinar si sus hipótesis son acertadas.

El alcalde vuelve así a adelantar conclusiones aventuradas, pues falta que la investigación determine qué fue lo que provocó las llamas. Tropezaría así Nozal por segunda vez en la misma piedra porque en septiembre del año pasado llegó a afirmar que el fuego que devoró 700 hectáreas en Mijas, Marbella y Ojén podría haberlo provocado alguien a quien se le había negado una licencia urbanística por venganza. Finalmente había sido una barbacoa mal gestionada la que originó la catástrofe medioambiental, como determinaron las investigaciones.

Nozal explicó ayer que sus sospechas se basan en la hora y el día en que comenzó el incendio. Las primeras llamas se detectaron pasadas las 21.00 en las cercanías de los complejos La Cortijada y Cartuja de Calahonda, en una zona verde natural. "Un domingo por la noche no hay gente trabajando, ni jardineros con cortacésped o albañiles con radiales. Por eso todo apunta a que este incendio pudo ser provocado, aunque no se puede asegurar aún porque habrá que hacer los estudios oportunos", afirmó el regidor. También basó sus conjeturas en que el siniestro comenzó al caer la tarde, cuando los medios aéreos no pueden actuar por seguridad, y en que, al parecer, el fuego tenía dos focos muy próximos entre sí.

Además, el regidor informó que el incendio se produjo en Calahonda, que es la urbanización más poblada de Mijas al contar con unos 30.000 habitantes, y en una zona de gran vegetación. "El incendio comenzó en el centro neurálgico de la urbanización. Si ha sido intencionado y se quería armar un escándalo se consiguió, porque la autopista no se cortó de milagro. En un momento dado el humo era muy denso", detalló. Además, el alcalde informó que en el último mes y medio se han registrado unos cinco incendios en el municipio, aunque se produjeron fuera del considerado como núcleo urbano.

El fuego arrancó pasadas las 21.00 en un área verde, que se puede considerar como una vaguada, de esta macrourbanización. El Servicio de Emergencias 112 recibió en pocos minutos unas ochenta llamadas de vecinos que alertaban del suceso, por lo que al lugar se trasladaron inmediatamente los bomberos de Mijas y miembros de la Policía Local, Protección Civil y Guardia Civil. Se da la circunstancia de que la urbanización Calahonda está situada muy próxima al término municipal de Marbella, por lo que también llegaron efectivos de esta localidad.

El viento en un primer momento dificultó las labores de extinción de las llamas, según informaron fuentes municipales. Por ello, los bomberos mijeños alrededor de las 21.40 solicitaron la presencia de efectivos del Infoca. Hasta el lugar llegaron cuatro retenes y dos vehículos autobomba, aunque también trabajaron en el área bomberos de Fuengirola y Benalmádena. Posteriormente también se dio aviso al Consorcio Provincial de Bomberos, sin embargo al final no fue necesaria su presencia pues el incendio quedó totalmente controlado a las 23.00.

En total se calcinaron unos 3.000 metros cuadrados de zona verde, aunque fuentes del Ayuntamiento indicaron que resultaron afectados unos 10.000 metros cuadrados de la urbanización. Las llamas también causaron daños en tres vehículos y desperfectos en varias fachadas.

La magnitud de las llamas y su cercanía con las viviendas obligó a desalojar de manera preventiva a unas 2.000 personas que residían en tres complejos residenciales. Ricardo Pinto, trabajador de mantenimiento de La Cortijada, explicó que cuando llegó al lugar, alertado por los vecinos, estaban ardiendo tanto la parte derecha como izquierda de la comunidad. "Tuvimos que desalojar a todos los propietarios de la comunidad. Las llamas bajaban hasta las casas y las ascuas volaron hasta una terraza donde se quemó una hamaca. También ardieron sombrillas de la piscina", recuerda el trabajador.

La situación provocó el nerviosismo de muchos vecinos ante el temor de que las llamas afectasen a las viviendas. "Ha sido un susto tremendo porque no sabíamos qué iba a pasar. Hemos estado toda la noche en vela y mirando como trabajaban los bomberos. Menos mal que no ha sucedido nada más grave", comentaba ayer Carmen Luque, que veranea en un bloque de la zona.

Éste no fue el único incendio que se registró ayer en este municipio. En la zona de Entrepinos a las 12.10 se detectó otro siniestro que quedó totalmente controlado apenas dos horas más tarde. Hasta la zona afectada se desplazaron dos helicópteros de transporte y extinción, dos grupos de especialistas y dos técnicos de operaciones.

La proliferación de incendios en verano se ha convertido, desgraciadamente, en una imagen habitual para los mijeños. En los últimos años en la localidad se han registrado varios siniestros que han calcinado decenas de hectáreas e incluso obligaron en su momento a desalojos multitudinarios. En 2001 un chispazo de un coche averiado provocó la quema de 1.100 hectáreas de monte de la sierra mijeña en el incendio más devastador de las últimas décadas.

Siete años después otro siniestro intencionado se saldó con 75 hectáreas de matorral y pinar calcinadas y con el desalojo de cientos de vecinos. En septiembre del año pasado se registró otro incendio de grandes dimensiones que afectó también a Ojén y a Marbella. El fuego se detectó en la zona de Entrerríos a última hora de la tarde y obligó a que varios residentes fueran evacuados de sus viviendas. Unas 700 hectáreas resultaron afectadas por el fuego.