Los alumnos de La Cónsula vuelven mañana a clase sin fecha de apertura para el restaurante

Entre la plantilla se respira una alegría generalizada. Desde la semana pasada la veintena de trabajadores de La Cónsula están integrados en el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) y mañana comienzan a impartir clases de nuevo. Su situación se normaliza después de mucho tiempo y para ellos es motivo de satisfacción. Sin embargo, los alumnos no comparten su alegría. La noticia de que, por el momento, el restaurante de la escuela permanecerá cerrado al público les ha caído como jarro de agua fría. Temen que sin clientes a los que servir a diario van a perder horas de prácticas y, por tanto, calidad en su formación. Después de que el curso pasado sólo pudieran entrar en cocinas cuatro meses, los de segundo se sienten especialmente perjudicados por esta novedad.

"La formación de calidad es gracias al restaurante, que te enseña el día a día de este oficio, la realidad de lo que hay en la calle, el ajetreo, todo, no sólo en cocina sino también en servicio", comenta Claudia Otero, alumna de segundo. "Y ahora sin clientes qué hacemos", se pregunta y asegura que "no es igual trabajar en prácticas que para el público, hacer una comida de diario que un menú más selecto que es lo que hacíamos en el restaurante".

Después de tanto tiempo perdido para encontrar una solución a la escuela, los alumnos consideran que "ésta no es la solución, volvemos a las mismas, es poner parches al problema, hacer las cosas a la mitad" y lamentan que no se haya podido resolver antes.

La escuela afirma que el SAE está buscando la fórmula de asumir los ingresos que genera el restaurante y consideran que se abrirá más tarde. Pero para la promoción que tan sólo tiene hasta junio para terminar el curso ese "más tarde" dicho a mediados de febrero se transforma en un problema. "Esto entonces se convertirá en una formación profesional normal, cuando esto era algo más", se quejan los alumnos.

Desde mañana y hasta el viernes darán clases teóricas de las asignaturas complementarias, de cocina y sala y la semana que viene comenzarán las prácticas en comedores agrupados en dos niveles. Eso sí, ellos serán juez y parte hasta que el restaurante vuelva a abrir sus puertas.