Los amigos del bosque, de chapoteo

Los castores de Andalucía han montado su colonia en el colegio Jorge Guillén de Málaga para dedicarse durante cuatro días a conocer la importancia del agua. De esta forma celebrarán la integración de los niños de 6 y 7 años en el movimiento scout en España hace ahora treinta años, a iniciativa del Grupo Scout (GS) 125 San Estanislao-Jorge Guillén.

En aquella época se consideraba que los chicos de 6 y 7 años eran tan pequeños que el escultismo a estas edades quedaría reducido a una mera guardería. Sin embargo, el grupo malagueño de El Palo montó una colonia experimental con veinte niños. Treinta años después el coordinador del GS-125 recuerda los hijos de algunos de aquellos scouts que ya son castores.

Esta sección tiene su universo simbólico en el libro Los Amigos del Bosque que narra la historia de una familia de castores que viven en un lago de un bosque canadiense desde el que observan a una familia a la que se aproximan afectivamente hasta el punto de que uno de los castores llega a comunicarse con los humanos y bautizan a sus miembros bautizan como Ojo de Halcón, Arco Iris, Burbuja y Rusty, nombres que después asumen los scouters o monitores voluntarios.

El objetivo que se persigue es que los niños que a estas edades están muy apegados a los padres, y suelen tener un comportamiento muy individual y con un gran sentido territorial realicen actividades que les ayuden a compartir con otros y a ganar independencia y autonomía.

Estos pequeños scouts replican en su organización el sistema de vida de los castores canadienses. Se agrupan en lo que denominan madrigueras con las que conforman colonias. Ocasionalmente las colonias de varias provincias se reúnen en jornadas de chapoteo como la que comenzó ayer bajo el título Compartir el agua, compartir la vida en las instalaciones del colegio Jorge Guillén para celebrar el 30 aniversario del castorcismo. En conjunto participan 150 niños procedentes de 14 grupos scout de Málaga, Sevilla, Granada, Córdoba y Cádiz, acompañados de 48 scouter y rover, scout de 17 a 21 años que destinan parte de su tiempo a prestar servicios al grupo y atender las necesidades de los pequeños.

Durante todo el día de ayer realizaron juegos y talleres, hoy visitarán Selwo y harán actividades en el parque de La Paloma de Benalmádena y mañana pasarán la jornada en la playa para concluir la noche con disfraces y una fiesta marinera, antes de regresar el martes a casa. Durante todos estos días los castores mantendrán sus madrigueras en el gimnasio del colegio Jorge Guillén.

"¿Llorar? A veces en la primera salida que hacen, pero ahora que ya llevan un año en el grupo pocas veces. Sólo ocasionalmente alguno tiene un bajón, casi siempre a la caída de la tarde", explican Alejandro Briales y Carlos Jiménez.

La intendencia para mover en conjunto a más de 200 chicos no es fácil. No se trata sólo de tener a punto las comidas, sino también atender las particularidades. "Hay un niño musulmán y otro judío que no comen cerdo, otro es ovovegetariano, un crío es alérgico al marisco y otro celíaco".

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