Tres años carentes de diálogo

La cuestión sobre la mejor manera de coordinar la red de autobuses de la Empresa Malagueña de Transportes (EMT) y el Metro de la capital sigue pendiente de ser retomada tras casi tres años sin diálogo. Fuentes municipales apuntaron que este es el tiempo transcurrido desde el último de los encuentros mantenidos con la Junta de Andalucía para avanzar en un asunto clave para ambos medios de transporte y objeto incluso del convenio original del suburbano. Hasta la fecha, más allá de ciertos movimientos realizados por el Ayuntamiento en la adecuación de varios de su ramales, escasos son los movimientos realizados para complementar ambas infraestructuras. Y ello a pesar de la existencia de una propuesta autonómica, diseñada por la consultora Tema a finales de 2013, que dibuja lo que sería una transformación sin precedentes en el mapa de la EMT.

Esa hoja de ruta trazada ponía sobre la mesa la eliminación de los tramos de hasta cuatro de las líneas de la Empresa Malagueña de Transporte que "compiten" con los recorridos del ferrocarril urbano. Es el caso de las líneas 1 (Parque Sur-Alameda-San Andrés) y 3 (Puerta Blanca-Alameda-El Palo), cuyos itinerarios coinciden, parcialmente, con la línea a Carretera de Cádiz. Al tiempo, desplazaba la cabecera de ambos trazados, de los más potentes de la sociedad municipal, hasta la zona de Guadalmedina.

Este modelo de acción es ampliado a otras dos líneas, la 11 (Universidad-Alameda-El Palo) y la 10 (Alameda-Churriana). En el primer caso, se pide eliminar el tramo que compite con la trazado a Teatinos, quedando la cabecera en Guadalmedina; en el segundo, se eliminaría la parte de su recorrido coincidente con la línea 2 del Metro y se situaría su cabecera junto a la estación del suburbano de Puerta Blanca.

En total son nueve las modificaciones contempladas por Tema. A las ya señaladas hay que sumar la necesidad de "empeorar" las frecuencias de paso en varias líneas, caso de la 4 (Paseo del Parque-Cruz de Humilladero-Cortijo Alto), en la que se plantea aumenta la frecuencia de 10 a 20 minutos, y la 8 (Alameda-Colonia Santa Inés-Clínico) y 22 (Avenida Molière-Tiro de Pichón-Universidad), donde se pide aumentar el periodo de paso en un 50%. La consultora también proponía un incremento de la frecuencia de paso en la 14 (Paseo de la Farola-Carranque-Teatinos), de 102 a 20 minutos. En el caso de las líneas 32 (Avenida de Andalucía-Limonar-Mayorazgo), 33 (Avenida de Andalucía-Cerrado de Calderón), 34 (Avenida de Andalucía-Pedregalejo), 35 (Avenida de Andalucía-Gibralfaro) y 37 (Avenida de Andalucía-Altamira-Monte Dorado) la idea pasa por trasladar las cabeceras de la Avenida de Andalucía a la estación Guadalmedina. En la línea 27 (Muelle Heredia-Santa Bárbara- Polígono Guadalhorce) se propone mejorar la frecuencia de paso a 15 minutos. Estas medidas tendrían una traslación a la demanda de usuarios. Una de las conclusiones que se extrae es que más del 90% de los usuarios que transportarán los trenes serán captados de los autobuses urbanos.