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En el marco de la celebración de la última jornada de la San Diego Comic-Con de Málaga, Arnold Schwarzenegger ha comparecido antes miles de fans en el escenario principal, el Hall M, acompañado por Alex de la Iglesia. Entre aplausos y vítores, el protagonista de Terminator y Conan el Bárbaro ha dado un repaso a toda su trayectoria cinematográfica y, después, ha hablado de su salto a la política, cuando en 2003 se presentó como candidato a gobernador del estado de California y ocupó el cargo durante siete años. "No tenemos que mirar a nadie más como el enemigo", ha sentenciado.
Su tono se ha vuelto aún más serio cuando ha condenado la división política que se vive en Estados Unidos: "He visto cómo los partidos políticos hacen su negocio. Los demócratas odian a los republicanos y los republicanos odian a los demócratas, pero, en realidad, todos son americanos. Nadie debería odiar a nadie". Ante sus palabras, los allí presentes han ovacionado las declaraciones contra la crispación política que vive el país.
"Puedes respetar a la gente cuando piensa diferente a ti, pero no tienes que odiarla", ha insistido el actor, ante un nuevo sonoro aplauso del público internacional que lo ha acompañado en su masterclass. Su intervención, lejos de centrarse únicamente en su carrera cinematográfica, se ha convertido al final en una reflexión sobre el liderazgo político, la empatía y el poder del ejemplo.
Sobre su mandato, ha recordado que fue "la cuarta economía más grande del mundo, con un PIB superior a los cuatro billones de dólares". Además, ha añadido que durante ese tiempo recibió "mucha inspiración para continuar con ese trabajo", que nunca ha "abandonado del todo". El actor ha pasado distintas etapas profesionales y ha reforzado su compromiso con el medio ambiente y la convivencia social. "Sé que hablamos de películas, pero déjame decirte que he tenido el gran privilegio de estar en diferentes carreras", ha dicho antes de cambiar el rumbo de su discurso.
El también culturista ha explicado que, tras dejar la política activa, decidió volcar su energía en la creación del Instituto Schwarzenegger USC, con sede en la Universidad del Sur de California. "Allí trabajamos en temas muy importantes: los sintecho, la sanidad, las infraestructuras, el medio ambiente… Todos tenemos una responsabilidad de dejar este mundo como un lugar mejor", ha señalado, subrayando su compromiso social.
Uno de los momentos más aplaudidos ha llegado cuando el intérprete ha hablado de la importancia de la contaminación. "Tenemos que hacer todo lo que podamos para mantener el mundo más limpio. No tanto sobre el cambio climático, sino sobre la lucha contra la contaminación, porque la contaminación mata entre cinco y siete millones de personas al año, según la Organización Mundial de la Salud", ha advertido.
El austríaco ha recordado sus inicios como culturista, una disciplina que lo llevó "hasta la cima", tras ganar siete veces el título de Mr. Olympia y un total de 13 campeonatos mundiales. "A través de mi voluntad y mi visión pasé al mundo del cine y pude trabajar con los mejores directores y actores. Fue un verdadero placer", ha admitido ante un público entregado con el invitado de honor de esta edición.
Con su inconfundible carisma y una sonrisa dedicada a sus fans, Schwarzenegger ha cerrado su intervención con la frase que todos esperaban y que no podía ser otra: "Muchas gracias a todos por estar hoy aquí… Hasta la vista, baby". El auditorio ha respondido poniéndose en pie, con un fuerte aplauso y celebrando las palabras de una estrella que, a sus 78 años, sigue sabiendo cómo mover a una gran multitud.
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