El estudio de la autopista Ronda-Marbella dice que triplicaría la población del Genal

La autopista de peaje que la Junta de Andalucía y la Diputación provincial proyectan entre la Serranía de Ronda y la Costa del Sol occidental provocaría que algunos municipios del Valle del Genal por los que discurriría el nuevo trazado multipliquen por dos e incluso por tres su superficie urbana en un plazo de 10 a 20 años. Lo reconoce el propio estudio informativo realizado sobre la nueva conexión viaria, que tendría una longitud cercana a los 33 kilómetros y que se encuentra en fase de información pública, ya que atraería a más población dada la reducción a la mitad del tiempo de recorrido actual.

La ampliación de la superficie urbana afectaría, sobre todo, a los municipios de menor tamaño, como Cartajima, Igualeja o Parauta, por los que se prevé que pase la nueva autopista en caso de que finalmente llegue a construirse. En otros como Benahavís, Estepona, Marbella o Ronda, y que también están incluidos en el trazado, el crecimiento urbanístico planeado sería "similar al actual".

El estudio informativo sobre la viabilidad técnica y económica, realizado por la empresa Narval Ingeniería por encargo de la Consejería de Obras Públicas y Vivienda en 2007, alude a que el hecho de que estos municipios queden situados a menos de 15 minutos de la Costa, en algunos casos, permitiría que la población joven se quede en ellos y que haya una mayor atracción de población nueva a las que se refiere como ciudades dormitorio.

Los alcaldes se la zona comparten la idea de que esta carretera sería "fundamental" para el crecimiento de los municipios y el desarrollo de la Serranía de Ronda. De esta opinión es la alcaldesa de Parauta, María del Carmen Gutiérrez, uno de los municipios sobre los que se proyecta un considerable crecimiento urbano. Precisamente, su regidora ve con buenos ojos el aumento de población, aunque con ciertos matices. "El sentido de pueblo no lo podemos olvidar", señaló, aunque sí admitió que a la localidad le beneficiaría un crecimiento "proporcional".

No obstante, explicó que en el caso de su localidad eso no significaría un gran aumento de población, puesto que apenas son 246 habitantes.

Por su parte, el alcalde de Júzcar, otra de las localidades próximas al supuesto trazado, David Fernández, también se mostró convencido de que la autopista supondría un "impulso" al desarrollo de estos pequeños municipios. En su caso, al igual que Parauta, tiene una población de unos 250 habitantes.

En cuanto al posible aspecto especulativo de la carretera, este regidor rechazó esa posibilidad, basándose en que la gran mayoría de estas localidades ya tienen sus nuevos planeamientos diseñados, con unos crecimientos, que en caso concreto de Juzcar, sería de unas 130 personas en un periodo de entre 9 y 10 años.

Además, Fernández explicó que una de las principales quejas que les transmiten los turistas que llegan a la zona son las malas comunicaciones que tienen estas pequeñas localidades, a las que se accede en la mayoría de los casos por estrechas carreteras llenas de curvas.

Pero los grupos opositores a la construcción de una autopista de peaje entre Ronda y la Costa del Sol ya preparan sus alegaciones por las repercusiones "negativas" que esta vía tendría no sólo sobre el paisaje, también en el desarrollo urbanístico y en el propio sector turístico al que se asegura que podría beneficiar.

En cuanto al crecimiento de los pueblos próximos a la conexión de peaje prevista, consideran que la intención sería trasladar en unos 50 kilómetros el modelo "especulativo" que se ha desarrollado en la Costa del Sol. En este sentido, el informe realizado por diferentes conocedores de la zona y varios catedráticos de la Universidad de Málaga, señala que "hay que preguntarse en primer lugar si el modelo urbanístico y territorial que resultaría es coherente con las directrices de ordenación territorial, y en cualquier caso, si es deseable trasladar el desastre urbanizador en un entorno tan valioso y que se supone se quiere poner en valor". Además, también se apunta sobre los posibles problemas que se derivarían del incremento de población de las localidades próximas a la autopista, debido a la escasez de algunos recursos como el agua.

Este colectivo también hizo hincapié en que mejorar de este modo las comunicaciones, lejos de suponer una atracción de potenciales clientes de las comercios rondeños, supondría "el acercar a los compradores de la zona a un mercado comercial y de ocio mucho mayor, lo que podría inducir a la fuga de clientes hacia la costa, principalmente Marbella y Estepona".

En cuanto al turismo, también se considera que podría tener nefastas consecuencias para este sector, sobre todo en Ronda, ya que se favorecería la llegada de visitantes de corta duración, lo que consideran que repercutiría negativamente sobre las pernoctaciones y las comidas en restaurantes. "Sería mucho más fácil llegar, ver Ronda en unas horas y marcharse", señaló Juan Terroba, uno de los integrantes de la plataforma.