“Barcelona posa’t guapa”
Máquinas expendedoras en el cementerio: la solución de Málaga tras el cierre de la cafetería de Parcemasa
El consistorio ha explicado que se situarán en la plaza principal, junto al punto de información, en un espacio que se encontraba "en desuso"
"Los malagueños tendrán un café caliente de mucha calidad", dice la concejala sobre las máquinas tras el cierre de la cafetería de Parcemasa
La cafetería del Parque Cementerio de Málaga (Parcemasa) cerraba sus puertas este 31 de julio, tras casi cuatro años en funcionamiento, en el que trabajan 16 personas. El Ayuntamiento ha informado que este servicio será sustituido por máquinas expendedoras. El consistorio ha indicado que estas estarán disponibles las 24 horas y están situados en un espacio común de libre acceso.
Desde el Ayuntamiento han señalado en una nota de prensa que el cierre de esta cafetería, que se hizo efectivo el último día del mes de julio, "después de que el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Málaga dictara el cese definitivo de actividad de la hasta ahora empresa concesionaria (Good4us, S. L.), poniendo fin al proceso concursal en el que estaba incursa esta entidad".
Parcemasa ha unido dos salas ubicadas en la plaza principal, junto al punto de información, donde se sitúan las máquinas expendedoras. El Consistorio ha señalado que este espacio "se encontraban en desuso", y que esta reutilización "no supone una reducción del servicio de tanatosalas que se presta". En cuanto a los productos que venden estas máquinas, cuentan con agua, café o refrescos, así como platos de ensalada, pasta o arroz.
El consistorio también ha comunicado que la empresa dependiente del Área de Sostenibilidad está estudiando "desde el punto de vista técnico y administrativo el modelo de restauración más óptimo para garantizar la atención a la ciudadanía", tras el cierre de la cafetería. El Ayuntamiento ha explicado en la misma nota de prensa que el cierre se debió a la decisión judicial de proceder a la liquidación de la hasta ahora concesionaria y no haber prosperado los intentos de la empresa municipal tanto para el mantenimiento de la actividad de la cafetería como de los puestos de trabajo, a pesar de que no se trata de una actividad incluida en el objeto social de Parcemasa y de que la prestadora era una empresa externa.
Licitación desierta
El Ayuntamiento ha explicado que Parcemasa volvió a sacar a concurso la explotación de la cafetería, con un pliego en el que se establecía que la empresa adjudicataria se haría cargo de la deuda y subrogaría a la plantilla. La empresa dependiente del Área de Sostenibilidad Medioambiental redujo el canon a abordar "para hacerlo más atractivo y favorecer la concurrencia", añadiéndose el compromiso municipal de invertir 250.000 euros para la mejora o el acondicionamiento de las instalaciones.
Así, Parcemasa siempre ha ofrecido, de acuerdo a sus competencias y posibilidades, apoyo para evitar que se perdieran estos puestos de trabajo. De este modo, volvió a sacar a concurso la explotación del establecimiento con un pliego en el que se establecía que la empresa adjudicataria se haría cargo de la deuda y subrogaría a la plantilla. Para hacerlo más atractivo y favorecer la concurrencia, desde la empresa dependiente del Área de Sostenibilidad Medioambiental se redujo considerablemente el canon a abonar y se añadió el compromiso municipal de invertir 250.000 euros para la mejora o el acondicionamiento de las instalaciones.
La única empresa que concurrió y que fue propuesta como adjudicataria por la mesa de contratación renunció, por lo que el contrato no llegó a formalizarse y la licitación quedó desierta. El Consistorio ha explicado que "ante la dificultad de encontrar licitadores" (desde 1987 han prestado servicio ocho empresas), propusieron a los trabajadores que constituyeses una cooperativa y se hiciesen cargo del negocio, así como que les permitieron su implicación en la búsqueda de empresas.
También se destaca que "según sentencia judicial firme dictada por el Juzgado de lo Social número 9 de Málaga, Parcemasa no es empresa principal en el negocio de la cafetería porque esa actividad ni es inherente ni es indispensable para el cumplimiento de su objeto social, que es la prestación del servicio público de cementerio y de servicios funerarios". Se precisa que, por lo tanto, los trabajadores de la cafetería "no son empleados municipales ni pueden acceder al empleo público" solo por el hecho de haber trabajado para las sucesivas empresas que han venido siendo adjudicatarias, como tampoco lo son los de otros negocios ubicados en el cementerio de San Gabriel como las floristerías o marmolerías.
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