El Banco de España alerta del excesivo peso de la vivienda turística en Marbella y Málaga
Un análisis del Banco de España sitúa a ambas áreas por encima del 60 y del 50% respectivamente en cuanto a la proporción de vivienda vacacional disponible frente a las de alquiler
El FMI recomienda a España más oferta de vivienda y agilizar los permisos de construcción

Málaga / Madrid/El auge de la vivienda turística en la provincia de Málaga de los últimos meses está repercutiendo, y mucho, en el acceso al alquiler de una casa en áreas urbanas como las de la capital o, más aún, en la de Marbella. Es una de las conclusiones extraidas de la presentación realizada por el director general de Economía del Banco de España, Ángel Gavilán, en el marco del 'I Encuentro entre productores y usuarios de las estadísticas de Turismo INE-IEGD-CSIC'. El Banco de España considera que el reciente dinamismo del sector turístico está generando algunas "externalidades negativas", como es el hecho de que está provocando dificultades en el acceso a la vivienda para determinados colectivos en algunas regiones del país, como es el caso de la Costa del Sol. Y es que en Marbella, la proporción de la vivienda turística en alquiler sobre el total del mercado superó el 60% y, en el caso de la periferia por encima del 50%. En Málaga capital, el porcentaje en el centro urbano se queda algo por encima del 20% mientras que en la periferia se disparaba por encima del 50%. A nivel nacional, la periferia de Elche (Alicante) rozó el 70% en esta proporción extraída con datos del Instituto Nacional de Estadística y del propio Banco de España en las 25 áreas urbanas del país con la ratio de viviendas turísticas de 2023 cruzada con la última cifra disponible de viviendas en alquiler para uso residencial a nivel municipal, que corresponden al censo de población y viviendas y datan de 2021. Estas tres áreas están más que destacadas, y con diferencia del resto, donde resaltan los porcentajes de las periferias urbanas de Gijón (28% aproximadamente), Mallorca, Vigo, Alicante o Santander, todas con porcentajes por encima del 20%.
En relación con estas cifras, hay que destacar que el pasado mes de febrero el Ayuntamiento de Marbella anunció la creación de un registro de pisos turísticos y la futura elaboración de una ordenanza para limitar el cambio de uso en los locales comerciales descartando, eso sí, restringir el número de inmuebles cuyo uso sea el alquiler vacacional. En cuanto a Málaga capital, la inminencia de una "moratoria global" anunciada a finales de marzo por el alcalde Francisco de la Torre, que prohibiría la inscripción de nuevas licencias durante los próximos tres años, dos meses después aún no se había aprobado y seguía en estudio el cómo llevarla a cabo limitar una problemática que asfixia a muchos barrios de la ciudad y que ha provocado ya varias manifestaciones multitudinarias en los últimos meses.
Peso de los compradores no residentes
Al elevado ratio de pisos turísticos en las áreas urbanas se une, estima el Banco de España, la relevancia de la demanda de compraventa de vivienda por parte de extranjeros no residentes durante 2024, que alcanzó cuotas elevadas en algunas zonas. Así, más del 25% de las compraventas realizadas en Baleares durante el año pasado fueron efectuadas por extranjeros no residentes, teniendo este tipo de operaciones gran impacto en la Comunidad Valenciana (20%), las Islas Canarias (casi 20%), la región de Murcia (más del 15%) y Andalucía (10%). En el conjunto del país, la compraventa de viviendas por parte de extranjeros se situó en torno al 8% durante el año pasado.
También pone de relieve otros de los retos que derivan del sector turístico, como la congestión urbana y la presión sobre los recursos naturales de algunas regiones.
Según la presentación de Ángel Gavilán, estas tensiones se producen en un contexto de expansión generalizada del turismo, que mantiene un peso elevado en el Producto Interior Bruto (PIB) y en el empleo. Entre 2016 y 2019, la actividad turística supuso de media un 12,1% del PIB y un 12,3% del empleo total, recuperando niveles similares en 2023 tras la caída durante la pandemia.
Desde el punto de vista estructural, el Banco de España advierte también de otros retos que enfrenta el sector, como los bajos niveles de productividad laboral, inversión e innovación respecto a la media nacional. Además, subraya la elevada concentración de empleo en jóvenes, trabajadores de baja cualificación y de nacionalidad extranjera.
Por otra parte, el organismo identifica avances positivos en la diversificación estacional y geográfica del turismo, así como en la mejora de la calidad de la oferta hotelera. También destaca la contribución creciente del sector al superávit por cuenta corriente, gracias al aumento de las exportaciones turísticas.
Por otro lado, destaca que España se mantiene como uno de los principales destinos turísticos internacionales, ocupando el segundo lugar mundial por llegadas de turistas tras Francia, y figura entre los países más competitivos del entorno mediterráneo según indicadores del World Economic Forum.
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