El 'botellón' sobrevive a las multas
Los ciudadanos que acostumbran a consumir alcohol en la calle durante sus salidas de fiesta no parecen dispuestos a abandonar este hábito, aunque el Paseo de los Curas ya no les acoja los jueves por la noche





El botellón sigue latiendo, aunque muchos lo daban por muerto. Esto es así hasta el punto que el Ayuntamiento ya sólo habilita el Paseo de los Curas para beber las noches de los viernes, sábados y vísperas de festivos. Alegan que los jueves congregan a "muy pocas personas" (entre 200 y 500 ciudadanos, dicen) y que los costes son elevados (con esta medida se ahorran unos 400.000 euros anuales). Pero quien salía de marcha el jueves, sigue saliendo. Y haciendo botellón, como este medio comprobó la pasada madrugada en las calles del centro.
"Si el Paseo de los Curas estuviese habilitado, iríamos allí". La mayoría de ciudadanos que practicaron botellón la pasada madrugada del viernes, coincidieron en los mismo argumentos, y todos buscaban una alternativa al botellódromo oficial. Con éste abierto al tráfico, el botellón se repartió por distintos puntos del centro, principalmente los aledaños de la Plaza Mitjana (en la calle Alcazabilla y los Jardines de la Catedral no hubo). Ciertamente no fue masivo, pero se mantuvo fiel a su cita con la noche malagueña, pese a la presencia policial.
Los responsables municipales consideran que la expansión que ha experimentado esta práctica en las últimas semanas sólo se debe al inicio del curso universitario. Vecinos y comerciantes del centro histórico lo achacan a la nueva política puesta en marcha en el Paseo de los Curas. Igual que los usuarios habituales consultados por este medio, cuyos testimonios pueden escucharse en la web del periódico (www.malagahoy.es). El riesgo es que los ciudadanos -la mayoría jóvenes universitarios- que consumen alcohol en la vía pública en sus noches de marcha, se acomoden en las calles de la judería y no quieran volver al Paseo de los Curas, como temen vecinos y comerciantes.
Para intentar atajar al botellón ilegal de la capital, la Policía ya ha puesto más de 250 sanciones en menos de un mes (se pagan a 300 euros, aunque pueden alcanzar las 60.000 euros, según la ley antibotellón). Además, según informa Elías Bendodo, edil de Juventud del Consistorio, desde su área se iniciará una campaña informativa con los jóvenes que tienen registrados en una base de datos.
Pero hecha la ley, hecha la trampa. "Lo hacemos aquí (en la Plaza Mitjana) porque es donde menos riesgo hay de que nos pille la Policía", explican algunos universitarios. El riesgo no sólo es menor porque en la citada plaza es fácil camuflarse con las personas que piden copas en los bares; un vacío legal incluso ampara el botellón en este espacio, dado que, con la ley antibotellón en la mano, en las terrazas con licencias municipales se puede beber alcohol, independientemente de su procedencia. Parece claro que toda marcha nocturna está precedida por un botellón, el debate está en dónde hacerlo.
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