El Cachulo irá a juicio en octubre por intentar apuñalar a dos policías con un destornillador en El Palo, en Málaga
Los policías tuvieron que encañonar al presunto agresor, que los persiguió con la supuesta intención de clavarles el arma blanca
El Cachulo, agredido en la prisión de Alhaurín de la Torre, acaba en el hospital

Hay quien tropieza dos veces en la misma piedra y pasa 11 veces por prisión, como Rafael F. R., alias El Cachulo. El histórico delincuente, uno de los más conocidos de Málaga, lleva acaparando titulares desde hace varias semanas, el último de ellos tras acabar en el hospital con puntos de sutura después de haber sido agredido por un preso en la cárcel de Alhaurín de la Torre, donde está ingresado por una causa pendiente. Será en octubre cuando se siente, de nuevo, en el banquillo de los acusados, esta vez por un enfrentamiento con dos policías locales a los que intentó apuñalar, supuestamente, con un destornillador en la barriada de El Palo.
El incidente, en el que los agentes llegaron a encañonar al individuo, se remonta al pasado mes de febrero en calle Fuente de Leganitos. Hasta allí los efectivos habían acudido para actuar contra un hombre que estaba amenazando a los viandantes. Era El Cachulo, que cuando vio peligrar su libertad amenazó de muerte a los funcionarios, esgrimiendo un destornillador. En ese momento, los policías sacaron sus pistolas reglamentarias, ordenándole que se deshiciera del arma blanca que portaba. No sólo desobedeció sus indicaciones sino que, según ha podido saber este periódico de fuentes cercanas a lo sucedido, se abalanzó sobre una agente, que esquivó la agresión y, a renglón seguida, trató de atacar, presuntamente, a otro de los policías. Con éste persistió. El afamado delincuente llegó a perseguirlo con la presunta intención de clavarle el arma, pero acabó sucumbiendo ante los refuerzos policiales que acudieron hasta el lugar. Fue engrilletado.
Tensión en el módulo 6 de la prisión de Alhaurín
El próximo 29 de octubre, el detenido se enfrentará a una vista oral en la que será enjuiciado por un supuesto delito de amenazas. Hasta entonces, seguirá entre rejas en el módulo 6 de la prisión, en el que conviven presos multirreincidentes. Allí, su ingreso, con varias peleas en las que se ha visto implicado, ha levantado cierta polvareda. "Hay presos que lo conocen de la calle y empiezan a incomodarse", advertían días atrás fuentes penitenciarias, que aseguraban que el interno "no ha tenido buena acogida, hay tensión y el ambiente está muy cargado".
En una de las refriegas, El Cachulo recibió un puñetazo en la cara a manos, supuestamente, de otro recluso, un boxeador con el que mantenía rencillas. Las primeras pesquisas apuntaban a que todo ocurrió después de que se corriera la voz de que El Cachulo podría tener intención de hacerse con un arma blanca para agredir a este reo, que optó por anticiparse y le propinó, sin mediar palabra, un fuerte golpe que lo dejó noqueado.
Los funcionarios, tras saber de la agresión, acudieron y encontraron, para su sorpresa, a Rafael F. R., con la boca ensangrentada. Lo desplazaron hasta Enfermería, pero los médicos vieron necesario que fuera conducido hasta un hospital, donde recibió puntos de sutura.
Un zumo sin pagar
Hacía sólo unos días que que El Cachulo reactivaba su historial delictivo con la agresión a una comerciante de El Palo que había impedido que se llevara un zumo de su negocio sin pagar, el juez ha dictado su ingreso en prisión, aunque por otra causa, según confirmaron entonces desde el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
El conocido delincuente malagueño, que cuando no había cumplido la mayoría de edad mató a un joven que le llamó la atención por gritar a una mujer, arrastra un largo historial.
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