El estado de alarma por la crisis del coronavirus continuaba vigente cuando Milos P. fue acribillado a tiros por la espalda mientras cruzaba un paso de peatones en pleno centro de Marbella y a plena luz del día por dos asesinos a sueldo. Aunque ambos consiguieron huir del lugar aquel día, poco tiempo después fueron encontrados y detenidos por la Policía. Desde entonces, permanecen en prisión provisional y ahora han sido juzgados, resultando condenados a 18 y 17 años de cárcel, respectivamente, después de que las partes alcanzaran un acuerdo.

2 de junio de 2020, 13:00 horas, Milos M. -al que llamaremos Nikola, como figuraba en su documentación falsa, por tener el mismo nombre que la víctima- y Simic N. aceptaron el encargo de acabar con la vida de un hombre cambio de dinero. Se desplazaron a bordo de una motocicleta hasta las inmediaciones de la calle Arturo Rubinstein, en Marbella, para cumplir con su cometido.

Quedaban apenas diez minutos para que dieran las 14:00 cuando Simic, ocultando su rostro con una gorra, se aproximó por la espalda a la víctima mientras ésta cruzaba la calle. "Con ánimo de atentar contra su ida" -reza la sentencia, a la que ha tenido acceso Málaga Hoy- le propinó cuatro disparos a la altura del tórax posterior. Una vez en el suelo, siguió disparándole hasta causarle la muerte. En total, descerrajó hasta doce tiros. Mientras tanto, Nikola -que también trató de esconderse bajo la visera y una mascarilla- lo esperaba en el vehículo de dos ruedas para huir del lugar rápidamente acto seguido, se expone en la sentencia.

La Policía Local encontró junto al cadáver más de una decena de casquillos de bala y la Policía Nacional inició una investigación tendente al esclarecimiento de los hechos. El 11 de junio, en el transcurso de la misma, el Juzgado de Instrucción número 4 de Marbella autorizó la entrada y registro de una vivienda en Estepona que había sido utilizada por los autores los días previos e inmediatamente posteriores al crimen. En su interior, los agentes hallaron documentación falsa de uno de los sospechosos. 

Nikola ingresó en prisión provisional el 29 de junio de 2020 y, aunque el 15 de julio quedó en libertad, un día después volvió a entrar en el trullo. Con Simic se acordó que volviese a estar entre rejas el mismos día que se dictó su libertad temporal. 

La Fiscalía pedía para cada uno de ellos 25 años por asesinato consumado, así como otros 10 por depósito de armas de guerra, pues emplearon una pistola marca Grand Power, a pesar de que ninguno de los dos contaba con los permisos necesarios para su utilización. Además, Nikola se enfrentaba también a tres más por un delito de falsedad documental. 

Aunque estaba previsto que un jurado deliberase sobre su culpabilidad, las partes implicadas en el procedimiento han alcanzado un acuerdo que pasa por el reconocimiento de los hechos por parte de los acusados; en compensación, la petición de penas por parte de las acusaciones se modifica a la baja. Es por ello que finalmente los procesados han sido condenados a la pena de 16 años y seis meses de prisión por un delito de asesinato, concurriendo la agravante de disfraz y la atenuante cualificada de reparación del daño; por el delito de tenencia ilícita de armas se le ha impuesto un año de cárcel, y Nikola, además, tendrá que cumplir seis meses más por falsedad documental.

En materia de responsabilidad civil, los acusados han consignado 50.000 euros, que se entregarán a los herederos legales de Milos P., reza también la sentencia dictada por la Audiencia de Málaga contra la que no cabe interponer recurso al ser firme.