Los caídos contra ETA también tendrán su calle

Cuando la polémica por darle nombre de etarras a calles y parques del País Vasco ha despertado la indignación de la mayoría de los ciudadanos, el Ayuntamiento de Málaga ha plantado cara a esta injusticia y ha aceptado la propuesta de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) de que dos vías de la capital recuerden la memoria de Juan Manuel Piñuel Villalón y Andrés José Fernández Pertierra, dos guardias civiles malagueños que entregaron su vida en la lucha contra la banda terrorista ETA. Ayer se dio a conocer la resolución de urgencia adoptada por el Consistorio malagueño en una emotiva rueda de prensa en la que estuvieron presentes la viuda del primero y la madre del segundo, que en ocasiones no pudieron frenar las lágrimas y que aseguraron que "nada compensa" la pérdida de sus seres queridos.

La madre de Fernández Pertierra, María Pilar Pertierra, manifestó antes de romper a llorar que "el único consuelo que tengo es poder ver las cenizas de mi hijo todos los días" y señaló que, aunque una calle lo recuerde, este gesto no elimina "el dolor".

Su primogénito es una de las 25 víctimas mortales del etarra De Juana Chaos, por lo que el hecho de conocer que éste ha decidido iniciar una nueva huelga de hambre ha removido un pasado que siempre está presente. "No tiene comentarios", expresó cuando fue preguntada por esta cuestión. El secretario provincial de la AUGC, Antonio Gaspar, tomó la palabra en ese momento y sentenció que "mientras los verdugos se dedican a hacer huelgas de hambre, sus víctimas esperan 22 años" a ser reconocidas, en referencia a Fernández, que en junio de 1986 falleció en la explosión de un vehículo bomba en la madrileña Plaza de la República Dominicana de Madrid, cuando circulaba en un autobús de la Guardia Civil.

María Victoria Campos, viuda del guardia malagueño Juan Manuel Piñuel, asesinado por la banda terrorista el pasado 14 de mayo en una explosión de un coche-bomba aparcado ante el cuartel del Instituto Armado en la localidad alavesa de Legutiano, se refirió con dureza a la polémica por la vivienda adquirida por De Juana . "No tenía dinero para indemnizar a las víctimas y sí para comprarse una casa", expresó luciendo con orgullo la Medalla de Oro al Mérito de la Guardia Civil concedida póstumamente .

Gaspar deseó que "ojalá las personas que han hecho tanto daño tengan pesadillas toda su vida".

La iniciativa del Ayuntamiento de Málaga -una vieja reivindicación de la citada asociación que ahora se ve cumplida- fue acogida por Campos como un acto de justicia coherente, ya que si "se hace reconocimiento a los terroristas dando calles, al menos debe hacerse por las personas que dan su vida por los demás".

Antonio Gaspar, secretario provincial de la organización, declaró a este respecto que "hemos cerrado un círculo, acordando honrar a estas familias", y agregó que han remitido a los consistorios de los pueblos de Gaucín, Alcaucín, Almargen y Benaoján unas cartas para pedir que se lleve a cabo la misma iniciativa.

El agente, que fue expedientado por reclamar derechos para sus compañeros, pidió que la iniciativa no se politice y sugirió que la calle dedicada a Piñuel esté en la zona de Tabacalera, en una vía cercana a una futura residencia de huérfanos de la Guardia Civil.

En el caso de Fernández Pertierra, "nos gustaría que se le diese su nombre a la calle donde vivió desde los 2 años".