La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) ha presentado el balance agrario de la provincia de Málaga en 2022. Su presidente, Baldomero Bellido, ha calificado de "desastre" la situación del sector a causa del aumento de los costes de producción. Esto ha desplomado la rentabilidad, pero la facturación se ha mantenido con respecto a 2021. Para Bellido esta cifra es "totalmente engañosa", porque es un leve aumento respecto a una de las cifras mas bajas de toda la serie.

Este balance sigue la mala dinámica de los últimos años, influido también por la situación de sequía. Bellido ha asegurado que están "contentos" por las lluvias de las ultimas semanas, aunque aún no es suficiente. Si bien, considera que de no haber llovido estarían "abocados a la ruina". Además, expresa su confianza en que estas precipitaciones sean un punto de inflexión. 

La asociación denuncia que la competencia desleal de terceros países demuestra que la ley de la cadena alimentaria es una "falacia" que no responde a las necesidades del sector. "Nos afecta a todos, pero los costes que tenemos nosotros no son los de Marruecos, Perú o Colombia" explica Benjamín Faulí, responsable de frutas y hortalizas de ASAJA.

La rentabilidad, difícil de mantener

La rentabilidad cada vez es más difícil de mantener y muchos sectores están trabajando por debajo de los costes de producción, con pérdidas, que provoca el abandono de explotaciones y dificulta el relevo generacional en la agricultura malagueña. "Estamos sometidos a un aumento de costes desmesurado y no visto anteriormente", explica Bellido. No obstante, el inicio de la campaña 2022/23 se está desarrollando mejor.

Entre los datos presentados en el balance, destaca el incremento de la facturación del aceite en un 27% y del tomate en un 10,28%. Los cultivos hortícolas y tubérculos han aumentado en un 13,47%. La facturación de la castaña, el almendro y los cítricos malagueños ha descendido. La situación de estos últimos lo califican como "ruina absoluta". La carne de chivo continua en caída libre, con su peor dato desde 2002.

Alberto Pérez, veterinario de ASAJA, ha defendido el papel de la ganadería en la defensa sanitaria ante enfermedades que entran desde el norte de África y pide un apoyo adicional. Por otro lado, la avicultura ha incrementado su facturación. El precio de los huevos ha aumentado, pero no el de la carne.