Tribunales

Cuatro años de cárcel para los dos futbolistas de El Palo B que apuñalaron a un rival en Málaga

Vista del campo de San Ignacio, lugar de los hechos, en El Palo.

Vista del campo de San Ignacio, lugar de los hechos, en El Palo.

Dos futbolistas del equipo El Palo B han sido condenados cada uno a cuatro años de prisión por apuñalar a un jugador de 24 años del club Alhaurín de la Torre B tras un partido entre ambos celebrado en Málaga el 20 de marzo de 2016.

La sentencia ha sido dictada por la Audiencia Provincial de Málaga después de que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ordenara repetir el juicio contra los dos futbolistas por considerarse que el anterior magistrado presidente se "excedió con creces" en la facultad de dirección de los debates y preguntas.

Debido a ello, el TSJA decretó la nulidad de la sentencia, en la que fueron condenados los futbolistas a un total de 20 años de prisión, y ordenó un nuevo juicio por un tribunal de composición diferente.

En la sentencia se ha producido una rebaja muy importante respecto a la anterior debido a la conformidad de los acusados y sus defensas así como que se le ha estimado la circunstancia atenuante de reparación del daño.

En la resolución se destaca que los acusados ya han pagado casi la totalidad de las indemnizaciones a las víctimas.

Además de la pena de cuatro años de cárcel para cada uno se les prohíbe aproximarse al domicilio de la víctima, lugar de trabajo o lugar que frecuente a una distancia inferior de un kilómetro y prohibición de comunicar con el mismo por cualquier medio durante diez años.

Uno de los procesados era el capitán del equipo de El Palo B, y los hechos se remontan al día en que se disputó en el campo de fútbol de la barriada malagueña del Palo un encuentro de Tercera Regional entre El Palo B y el equipo de Alhaurín de la Torre.

El futbolista agredido sufrió dos puñaladas, que le afectaron una al tórax y otra cerca del corazón, y ha perdido calidad de vida dado que le imposibilita actividades específicas y precisa valoraciones periódicas de su estado cardiológico porque su cicatriz es susceptible de provocar arritmias, trombos e insuficiencia cardíaca, entre otros.

Durante el encuentro, hubo tensión entre el capitán del equipo del Palo y la víctima, capitán del otro equipo, y el procesado "tomó una actitud desmedida de agresividad" hacia el contrincante, a quien amenazó de muerte en varias ocasiones.

Le dijo frases como "te voy a matar", "¿ves los minutos?" y "cuando pasen los minutos te mato, nos vamos a ver fuera, te esperaré".

Dicho procesado, se dirigió de nuevo a la víctima en el minuto 61, con el juego parado, y le dio un cabezazo, derribándole, por lo que fue amonestado y poco después fue sustituido por otro jugador.

El acusado se quitó la camiseta oficial y se fue a la zona de las gradas, donde se encontraban unos conocidos suyos y allí siguió con las amenazas de muerte.

Entre estas personas se encontraba el otro procesado, que también era jugador de su equipo (pero que no había sido convocado para ese encuentro) y se pusieron de acuerdo para matarlo cuando acabara el partido.

Al finalizar el encuentro, con la victoria de El Palo B, el capitán fue invitado por el cuerpo técnico de su equipo para que saliera al campo a celebrar la victoria de su equipo y el otro procesado, pese a que no había jugado, también entró.

En un determinado momento, cuando la víctima estaba felicitando a los jugadores y técnicos ganadores, uno de los acusados lo cogió por el cuello y lo inmovilizó y con una navaja lo apuñalaron en dos ocasiones.

El Comité de Competición de la Federación Malagueña decidió retirar la licencia de los dos jugadores en abril de 2016.

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