La Casa del Consulado ha conmemorado este miércoles el centenario como primer edificio protegido de Málaga. Se trata de unas de las construcciones más emblemáticas de la ciudad de Málaga. Destaca por la singularidad de la alegoría que representa la portada barroca labrada en mármol gris y blanco por José Martín de Aldehuela, donde el presidente de la Sociedad Económica Amigos del País, José María Ruiz  ha querido resaltar: "Ese medallón en mármol blanco que simboliza de alguna forma y de alguna manera concreta la ciudad de Málaga".

Al acto conmemorativo, que ha sido organizado por la Sociedad Económica Amigos del País, han sido invitado autoridades, representantes y directivos de las asociaciones sociales y culturales, a  los que el presidente de la Sociedad Económica de Amigos del País ha tenido unas palabras de agradecimiento: "Quiero agradecer el esfuerzo de estar aquí con nosotros".  En el encuentro ha tenido lugar una mesa de debate presidida por el alcalde, Francisco de la Torre, a la que han asistido el presidente de la Cámara de Comercio, Sergio Cubero; el presidente de la Sociedad Económica Amigos del País, José María Ruiz Povedano y la directora de Actividades Culturales de la Fundación Unicaja, Emilia Garrido.

Las autoridades junto a las dos lápidas conmemorativas

Durante todo este año en el que se cumple este centenario se van a llevar a cabo varias actividades como un acuerdo de la elaboración de una guía digital de la Casa del Consulado (código QR) que se pondrá en marcha en  septiembre y que coincidirá con la inauguración del curso 2023-24. 

Los actos programados también contemplan una exposición en las salas de exposiciones de la Económica del 21 de noviembre al 22 de diciembre organizada junto con la Fundación Bancaria Unicaja y Ciclo de Conferencias que se realizará en simultáneo con la muestra. Con esto pretenden ampliar el conocimiento del patrimonio monumental del Barroco y del Barroco clásico de la ciudad de Málaga, y, sobre todo, del conjunto del Antiguo Colegio de Jesuitas, de cuya singular transformación en el último tercio del siglo XVII surgió la emblemática Casa del Consulado.

El 12 de julio de 1923, Alfonso XIII declaró el edificio El Consulado Monumento arquitectónico- artístico por lo que se convirtió en el primer inmueble protegido de Málaga, además es el único edificio de la arquitectura malagueña y andaluza con una doble protección, la del Estado por el mencionado Reglamento Orgánico de 1923 y la de la Junta de Andalucía, que en 2016 acordó inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural, con la tipología de Monumento, a todo el conjunto del Antiguo Colegio Jesuita de San Sebastián, en Málaga, incluyendo también a la Casa del Consulado.

La Casa del Consulado

Situada en el número 7 de la Plaza de la Constitución ocupaba la enorme manzana del Colegio de la Compañía de Jesús. Cuando Carlos III expulsó a los jesuitas de todos los dominios de España en 1767, al mismo tiempo incautó sus propiedades, convirtiéndolas en bienes nacionales. El Montepío de Socorro a los Cosecheros y Viñadores del Obispado de Málaga, fundado en 1766 por Real orden, ocupó parte del citado colegio por concesión del rey, e inició las obras de adaptación de los espacios interiores del edificio.

El puerto malagueño fue el principal beneficiario de los decretos de libre comercio con las Indias de 1765 y 1778, impulsado a su vez por la fundación del Consulado del Mar. Carlos III les permitió compartir el edificio ya ocupado por el Montepío. Convertido el Consulado en Junta de Comercio, ésta continuó ocupando el mismo inmueble y al ser extinguido el Montepío de Cosecheros se instaló en la Corporación Mercantil y sus Juzgados.

Portada de la Casa del Consulado

Aparición de la Sociedad Económica 

En este tiempo se produjo la llegada de la Sociedad Económica de Amigos del País en la Casa del Consulado. Se documenta su presencia  a partir del 31 de enero de 1841, cuando la Junta de Comercio le concedió un permiso de gran trascendencia. En 1849 el gobernador y corregidor de la ciudad le facilitaron la utilización de otras dependencias. Gracias a las sucesivas concesiones del Gobierno de España, la Económica ocupó nuevos espacios de la Casa del Consulado, ya convertida en su domicilio social, además de establecer en ella la primera Biblioteca Pública creada en Málaga por la iniciativa de Jorge Loring y su cuñado, el médico Vicente Martínez y Montes.

Los archivos y hemerotecas testimonian en la historia contemporánea la destacada asistencia de la Económica a las instituciones malagueñas, además de su activa participación e intervención en los principales ámbitos económicos y sociales -desarrollo del ferrocarril, creación de instituciones bancarias, mejora de las condiciones de vida de los sectores desfavorecidos-.