El caso ‘Paco El Bueno’, el presunto estafador de Vélez-Málaga que prometía multiplicar los ahorros, alcanza más de 300 víctimas
El falso inversor conseguía el respaldo de una firma financiera de prestigio, que ahora está devolviendo dinero a los clientes afectados y negociando caso por caso
La estafa millonaria de 'Paco El Bueno' en Vélez-Málaga, el "generoso inversor"
La instrucción del llamado caso Paco El Bueno avanza en el Juzgado de Instrucción número 3 de Vélez-Málaga con más de 300 posibles víctimas y acuerdos económicos con algunas de ellas. El investigado, que continúa en prisión, se había hecho popular por su supuesta capacidad de multiplicar el dinero que su amplísima cartera de clientes dejaban en sus manos, prometiéndoles rendimientos de hasta un 300%. En la última década se ganó la fama por hacer florecer la economía de todo aquel que se le acercase. Hasta que desapareció del mapa. Y con los bolsillos llenos.
Una de las aristas más significativas del caso es la implicación colateral de Catalana Occidente, ya que Paco, como agente autorizado de la compañía Occident, la antigua Catalana Occidente, conseguía el respaldo de la firma financiera de prestigio. Ante muchos clientes se habría presentado como representante o intermediario vinculado a la aseguradora.
El juzgado continúa citando a perjudicados en bloques de diez personas para que ratifiquen sus denuncias y amplíen la información que ya había sido aportada ante la Policía.
En palabras de la abogada Marta Fuentes, cuyo despacho representa a 70 afectados, el volumen total de víctimas podría rondar ya las 300 personas, sumando las que figuran en sede policial y las que tramita directamente el juzgado. De ese total, unas 70 ya han ratificado su denuncia ante la jueza.
En un primer momento, se llegó a pedir a cada afectado la presentación de una declaración jurada especificando el importe entregado al investigado, que oscila entre los 30.000 y los 300.000 euros. El objetivo, apunta, es clarificar las cantidades para facilitar la posterior reclamación patrimonial.
Aunque entre 60 y 80 víctimas ya han declarado, aún quedan más de 200 personas por pasar por sede judicial. Siguen apareciendo nuevos perjudicados a diario. Esta semana, un vecino acudió para interponer una nueva denuncia contra el presunto estafador.
Uno de los frentes más sensibles del procedimiento es la responsabilidad civil subsidiaria atribuible a Catalana Occidente, dado que Paco utilizaba supuestamente su sello y actuaba ante muchos clientes como si formara parte de la compañía.
La aseguradora, según la letrada, está devolviendo dinero de manera progresiva y estableciendo acuerdos “con criterios homogéneos pero aplicados de forma flexible”. Al inicio, explica, se exigía que el afectado pudiera demostrar que el dinero entregado a Paco había salido de su cuenta bancaria, pero la compañía ha adoptado ahora un sistema “en acordeón”, acomodando cada acuerdo a la documentación aportada y al grado de acreditación. “A algunos les devuelven la mitad, a otros el 70% y a otros incluso el 100%”, señala Fuentes, quien recuerda que la clave está en acreditar que el dinero se entregó al investigado: ya sea mediante transferencia, justificante bancario, recibo o manuscrito.
Desde el punto de vista del juzgado, lo relevante es probar la relación económica con Paco. Si finalmente Catalana Occidente es declarada responsable civil subsidiaria, tendría que asumir las devoluciones.
La abogada critica que algunos afectados estén recibiendo advertencias sobre supuestos riesgos fiscales por las cantidades en efectivo entregadas. Si existen irregularidades tributarias, Hacienda intervendrá en su momento, pero ello “no debe impedir a nadie sumarse al procedimiento penal”, subraya. En caso de detectarse desfases, la regularización conllevaría sanciones tasadas, pero no afecta al derecho de la víctima a reclamar lo perdido.
Mientras tanto, el presinto estafador continúa en Logroño, donde fue detenido tras abandonar Vélez cuando se rgeistraron las primeras denuncias. Su abogado pidió que fuera trasladado a Málaga, pero la jueza ha rechazado la solicitud y mantiene las diligencias desde La Rioja.
Paco el Bueno habría construido durante más de una década una sólida red de confianza presentándose como un inversor brillante, capaz de generar beneficios del 300% y gestionar operaciones inmobiliarias, pólizas aseguradoras o inversiones de gran rentabilidad. Los investigadores sostienen que, bajo esa fachada de solvencia, operaba una estafa piramidal que podría superar, varios millones de euros.
La fuga a Logroño: 850 kilómetros para ocultarse
Tras el estallido de las primeras denuncias, el investigado abandonó su puesto como gestor y agente de seguros en Málaga y emprendió una fuga de 850 kilómetros hacia Logroño. Allí se refugió durante meses tras dejar atrás —según fuentes del caso— infinidad de deudas y una red de clientes que todavía desconocía el alcance de la presunta estafa. La Policía Nacional lo localizó gracias a una autorización judicial que permitió rastrear su teléfono móvil, lo que llevó a los agentes hasta el portal número 19 de la calle Vélez de Guevara, en Logroño. Fue allí donde finalmente hallaron al investigado en un domicilio en condiciones insalubres, con muy pocos recursos y en una situación precaria que contrastaba con la imagen de solvencia y éxito que había proyectado durante años. Permanece en prisión preventiva sin fianza. La jueza ha rechazado la petición de su defensa para trasladarlo a Málaga.
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