El caso del profesor de Religión investigado en Cártama por abusos a niños suma al menos 15 denuncias

El caso del profesor de Religión de un colegio público de Cártama que está siendo investigado por supuestos abusos sexuales a menores en edad Infantil acumula al menos 15 denuncias que han sido presentadas por padres de niños que tambíen habrían sido víctimas. El Juzgado de Instrucción número 3 de Málaga tiene abierta la causa para esclarecer los hechos. El maestro continúa en libertad provisional, según precisaron ayer a este periódico fuentes próximas.

Otra de las novedades que se han dado a conocer es que el docente ya está siendo sustituido por una profesora en el centro educativo donde, supuestamente, cometió los hechos. Cabe recordar que el Ministero de Educación le abrió un expediente disciplinario y, como medida cautelar, lo apartó de sus funciones con el fin de evitar cualquier contacto con el alumnado mientras avanzaban las pesquisas, indicaron fuentes conocedoras de la investigación.

Fue en octubre cuando una de las familias sospechó del docente después de que su hija, de 4 años, relatara en su casa que éste tenía un peluche al que en clase tocaban sus partes íntimas. Las alarmas saltaron cuando la niña, reza la denuncia ante la Guardia Civil, comenzó a citar una palabra de carácter sexual. Al cuestionarle, preocupados, los progenitores, la pequeña les explicó que el muñeco se la había enseñado como parte de un juego tras “bajarse los pantalones”. Los padres preguntaron entonces a través de un grupo de WhatsApp a otras familias del centro, que indagaron en lo sucedido hasta llegar también a la conclusión de que sus hijos podrían haber sufrido abusos.

Según la declaración de esa primera familia, la menor contó que ese muñeco les mostraba los genitales. Ella, para explicarlo, se tocaba la zona de la entrepierna. El relato de la menor reflejaba que ese supuesto peluche, un personaje que el profesor habría creado, les daba “regalos” como “anillos y pulseras”, además de un beso en la mejilla a las niñas cuando les tocaba sus partes íntimas. Por contra, “se enfadaba” cuando son niños –varones– lo hacían.

Los padres afectados mantuvieron una reunión con la directora del CEIP y, tras ello, la Inspección Educativa de la Junta de Andalucía arbitró las “medidas necesarias para garantizar la seguridad de los menores”. Estas actuaciones que no llegaron a aplicarse porque la Guardia Civil acudió al centro y actuó “de inmediato”. Fuentes cercanas al caso subrayan la celeridad con la que actuó el Ministerio de Educación una vez recibió la información por parte de la Consejería.

La semana pasada, también el Obispado de Málaga se pronunció tras difundirse en los medios. En un comunicado indicó que el profesor había ejercido como docente durante más de 30 años y que, en todo ese tiempo, no le consta ninguna denuncia previa en su historial profesional. La institución recordaba que ellos actúan desde el respeto a la presunción de inocencia, pero al mismo tiempo reitera su condena a cualquier abuso cometido contra menores o personas vulnerables y resalta la importancia de denunciar situaciones de esta naturaleza.

La Diócesis confía en que la Justicia esclarezca con prontitud los hechos denunciados, porque ello será lo más beneficioso “para todas las partes, especialmente para los alumnos del colegio y sus familias”.