La central térmica baja su producción por la falta de demanda
La energía eléctrica que generó el año pasado fue un 18% inferior a la de 2013, aunque fue superior a la de otras instalaciones
La central térmica de ciclo combinado, que Gas Natural construyó en 2008 en la zona de Campanillas, no está resultando todo lo necesaria para la producción de energía eléctrica para la que fue planificada cuando aún no se había producido el boom inmobiliario. La caída del consumo de electricidad desde que comenzó la crisis económica ha ido a la par prácticamente desde la puesta en funcionamiento de la instalación y el año pasado generó un 18% menos de luz que en 2012.
Según los datos facilitados por la propia empresa, la central de Málaga generó el año pasado 1.674 gigavatios/hora (GWh) netos frente a los 2.022,70 GWh que generó el año anterior. Gas Natural Fenosa reconoce que el descenso de la producción durante 2013 fue debido que la demanda eléctrica de España se contrajo el 2,1% el año pasado y fue cubierta en una mayor proporción por centrales hidroeléctricas y eólicas, dado que durante buena parte del año pasado hubo un recurso eólico e hidráulico abundante.
Además, la empresa justifica la baja producción de electricidad también en la parada que realizó la planta durante el mes de marzo del año pasado para realizar la primera inspección mayor de la central por horas de funcionamiento. A pesar del descenso manifiesto en la generación de energía y que la planta malagueña está lejos de producir los 400 megavatios/hora para los que fue concebida, Gas Natural Fenosa asegura que la bajada de la producción es "menos acusada" que la que registró el conjunto de las centrales de ciclos combinado que existen en España, que fue del 32%. Para ello, la compañía señaló que se debe tener en cuenta que en la Península existen en torno a 60 grupos de un tamaño similar al de Málaga, y que en 2013 generaron 25.409 GWh netos, según los de Red Eléctrica Española. Es decir, que cada central similar a la de la capital malagueña generó de media 416 GWh netos, cerca de cuatro veces menos que en Málaga.
Desde que la central de la capital inició su operación comercial en febrero de 2011, casi dos años después de lo previsto precisamente por la falta de demanda, ha vertido a la red una energía neta de 6.617 GWh y su rendimiento medio es del 55%. O lo que es lo mismo, el resultado entre la energía primaria que necesita para producir energía y la electricidad que obtiene finalmente. Solamente para producir los 400 megavatios de potencia, son necesarios 60.000 metros cúbicos de gas natural.
Pero sea como fuere, lo cierto es que la crisis económica y la consecuente caída de la actividad industrial y empresarial han dado al traste con los planes de la empresa Gas Natural Fenosa para producir energía eléctrica en la central térmica de Málaga, que pretendía acabar con la dependencia energética que sufre la provincia. Cuando se proyectó la planta, el objetivo era garantizar el abastecimiento de más de medio millón de personas con la producción de unos 400 megavatios. Es decir, casi se podría abastecer por completo con esta energía a toda la provincia, cuya punta media de consumo suele ser de 400 megavatios.
Pero no fue así. La planta de Campanillas debía haber entrado en funcionamiento en 2009 y no lo hizo hasta julio de 2010, pero sin verter a la red eléctrica, sólo para no generar un grave perjuicio al tener parada la costosa y compleja maquinaria de la planta, por lo que se aprovechó ese periodo para continuar haciendo pruebas y perfeccionar todos los aspectos técnicos.
Aún así, Gas Natural Fenosa, que invirtió en la construcción de esta central de ciclo combinado no exenta de polémica casi 250 millones de euros, sigue insistiendo en que su funcionamiento es "fundamental para asegurar la calidad del suministro eléctrico de la Costa del Sol". En su momento, la compañía justificó el retraso de su puesta en marcha y el hecho de que no se hubieran cumplido las expectativas iniciales en que la rentabilidad de la planta estaba pensaba a largo plazo por lo que de momento situaciones como esas ya están previstas de antemano antes de realizar una inversión de tales características.
La construcción de la planta, sobre una parcela de unas siete hectáreas en Campanillas, suscitó una férrea oposición de colectivos como la plataforma Térmicas No.
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