Las charangas buscan fórmulas para esquivar la ordenanza de ruidos

Quieren seguir tocando pero la nueva ordenanza municipal de ruidos deja bien claro que esta práctica no se puede realizar en la vía pública, aunque el propio Ayuntamiento organiza periódicamente conciertos callejeros de la Banda Municipal, pues la normativa habilita algunas excepciones. Tras ser amonestados verbalmente en varias ocasiones por la Policía Local, los músicos de las charangas -la mayoría son estudiantes del conservatorio- que se echan a la calle por el casco histórico los días festivos a tocar, se manifestaron con sus instrumentos el pasado domingo. Ahora buscan fórmulas para seguir tocando durante la Navidad, pues dicen que no cesarán en su empeño.

"Málaga 2016, ciudad de la incultura. Este fue el lema de nuestra movilización y nos duele, pero es la realidad. Es increíble que estemos buscando fórmulas para tocar, que no se pueda realizar como una actividad normal, cuando es cultura", afirmó ayer Pascual García Prados, portavoz de una de las citadas charangas, Los Farolitos. En total en la capital suelen salir tres de forma regular. Como el domingo no encontraron problemas con la Policía, plantean pedir permisos en la Subdelegación del Gobierno cada día que quieran tocar. "El próximo día que salgamos pediremos un permiso de concentración de varias hora y tocaremos donde siempre", dice García. Desde Subdelegación subrayan el derecho constitucional de manifestarse o concentrarse pero recuerdan que ello no exime del cumplimiento de las ordenanzas vigentes, aunque los músicos intentarán explotar esta vía para esquivar a los municipales.