EDITORIAL
Toda preparación es poca ante los temporales
No pasaba consulta todos los días. Lo hacía unas tres veces a la semana y cada día tenía cerca de una decena citas, con una duración de media hora aproximadamente. Así era una jornada laboral del hombre que se hizo pasar por médico rehabilitador durante más de 30 años y que fue detenido la semana pasada por supuestamente estafar 300.000 euros solo a dos pacientes -según la Guardia Civil-. Los precios partían desde los 20 euros y podían alcanzar hasta los 4.000, según fuentes cercanas a la investigación. Si bien, las ganacias diarias oscilaban entre los 400 y los 600 euros y los pacientes consultados aseguran que el único método de pago era en mano.
Agentes del Puesto Principal del Instituto Armado de Rincón de la Victoria, tras su detención y durante el registro de su domicilio, hallaron diversa documentación e informes médicos, análisis de sangre, ecografías y resonancias magnéticas de varias personas. Pero, además, los guardias civiles encontraron dos agendas que contenían citas de clientes y sus posteriores cobros por los tratamientos recibidos. En dichos documentos también aparecía impreso un sello con su nombre como médico rehabilitador y un número de colegiado.
Estas ganancias le habrían permitido previsiblemente la construcción de una lujosa casa a escasos metros de la vivienda de su familia -donde pasa consulta- que al parecer tendría pensado utilizar también como clínica privada, según explican los pacientes que ha localizado Málaga Hoy y vecinos de alrededores. Si bien, fuentes cercanas a la investigación detallan que el sospechoso al parecer no tendría ninguna propiedad a su nombre.
Cabe recordar que el Colegio de Médicos de Málaga (Commálaga) se personará como acusación en el caso. Explican que los hechos fueron denunciados por el familiar de una paciente que contactó con el Colegio para comprobar si estaba colegiado. La asociación profesional detectó que el supuesto facultativo no estaba colegiado en Málaga ni en otro colegio del territorio nacional, información que se compartió con la Guardia Civil. Asimismo, el abogado de la Asesoría Jurídica del Colegio de Médicos Antonio Moya averiguó que el ahora detenido tampoco trabajaba en el Hospital Universitario Virgen de la Victoria, tal y como aseguraba a sus pacientes.
El Colegio de Médicos de Málaga considera que, de confirmarse ante la justicia los hechos por los que ha sido detenido, son inadmisibles y preocupantes para la salud pública y supondrían un claro delito de intrusismo profesional.
El presidente del Colegio, Pedro Navarro, lanza un mensaje de tranquilidad a la población: "Afortunadamente hay muy pocos casos de intrusismo profesional y cuando los hay el Colegio actúa con celeridad y de la mano de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. En este tipo de situaciones es cuando se pone en valor la existencia de los colegios profesionales, que trabajan por la dignificación de la profesión médica".
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