El clan de los mellizos

El núcleo duro de la red de narcos desmantelada la semana pasada en Vélez-Málaga lo formaban dos mellizos residentes en este municipio. Ellos decidían todos los movimientos y una organización compuesta por más de 20 personas se encargaban de introducir grandes cantidades de hachís en España proveniente de Marruecos. En la operación, denominada Mellipor sus cabecillas, han sido detenidas 28 personas (veinte españoles, siete marroquíes y un francés) y se han intervenido 10.710 kilogramos de hachís con un valor en el mercado de 10 millones, tal y como adelantó este periódico el pasado viernes.

Como aseguró ayer el comandante jefe de la Policía Judicial e Información de la Guardia Civil, José Antonio Carvajal, la estructura de la red estaba tan organizada que cuando sus miembros concretaban la entrada de una embarcación con droga, desplegaban dos equipos con funciones bien diferenciadas. Uno de ellos, compuesto por los denominados aguadores, se encargaban de la vigilancia de la playa y de los lugares estratégicos para detectar la presencia de cualquier vehículo o persona sospechosa. El otro grupo, denominado farderos, se encargaba de ocultarse en el interior de una nave construida por ellos mismos a escasos metros de la orilla de la playa, que incluso estaba comunicada interiormente con casas colindantes, que también habían sido construida por la red de narcotraficantes. Una vez en el interior de la nave, los farderos recibían un curso acelerado para proceder al desembarco y traslado de los fardos. Para ello, se colocaban en dos hileras, una orientada a poniente y otra a levante con el rostro cubierto por un pasamontañas y de esta forma se iban pasando la droga.

En el momento en el que el hachís estaba en el interior de la nave, una parte era transportada en vehículos y otra era camuflada en el interior de ruedas de repuesto. Igualmente, disponían de una reserva de hachís -200 kilos aproximadamente- en el interior de una falsa pared para disponer de la droga en el caso de pérdida de algunos de los alijos. Posteriormente, a través de las comunicaciones interiores de la nave, accedían a los otros inmuebles, para cambiarse de ropa y salir con toda naturalidad de la zona. Asimismo, a los narcotraficantes les servía dicha nave para ocultarse en caso de percibir presencia policial.

Las investigaciones han sido dirigidas por el Juzgado de Instrucción número 1 de Vélez y la operación ha sido desarrollada por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil de Málaga, con la colaboración de agentes del municipio veleño. Las pesquisas comenzaron en el verano de 2011 cuando la Guardia Civil interceptó un alijo, aunque la red venía operando desde hacía ya dos años. El comandante jefe de la Policía Judicial e Información de la Guardia Civil aseguró ayer que a partir de ese alijo se hizo un análisis de la embarcación que permitió concluir que en otras operaciones similares contra el tráfico de drogas se repetía el mismo sistema.

La droga se distribuía principalmente por España aunque también se comercializaba en países europeos, de ahí que en la operación fuera arrestado un ciudadano de nacionalidad francesa. Entre los 28 arrestados hay una mujer y ocho se encuentran en prisión. A los detenidos se les imputan los delitos de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal, tenencia ilícita de armas y receptación. En la operación, en la que se realizaron nueve registros domiciliarios en Almayate y Torre del Mar, se intervinieron una maquinaria para envasar al vacío el hachís, maquinaria para desmontar neumáticos en los que posteriormente ocultaban la droga, 6.000 euros en metálico, dos armas y seis vehículos. La operación sigue abierta.