Málaga

Un colegio de Málaga detecta "conductas agresivas" en el patio y pide control sobre las series de televisión

Ilustración del Juego del Calamar en los colegios

Ilustración del Juego del Calamar en los colegios / Dani Rosell

Un éxito televisivo que incluso llega a los patios escolares. La serie coreana El juego del calamar ha batido récords de visualizaciones en la plataforma Netflix, lo que ha trascendido de la pequeña pantalla y se ha trasladado a numerosos ámbitos de la sociedad. La repercusión preocupa especialmente en un colegio situado en la zona este de Málaga capital, que ha detectado cómo en los últimos días han “crecido las conductas agresivas en el patio” por la visualización de contenidos televisivos que resultan violentos, lo que está “afectando” también al resto de niños y niñas que no acceden a este tipo de programación. Así lo comunicó ayer el centro educativo en un escrito que fue remitido a los padres de alumnos de Educación Infantil y Primaria, a los que recomienda que “supervisen y controlen” las series de televisión que ven sus hijos, ya que éstas “pueden generar miedo, angustia, incertidumbre y normalización de la violencia”.

La circular que ha sido difundida entre las familias –y a la que ha tenido acceso este periódico– refleja que el objetivo es “comunicar de forma alarmante” que parte del alumnado de los cursos de Primaria “e incluso Infantil” han visionado “algún capítulo” de la producción coreana que versa sobre cómo un grupo de personas endeudadas aceptan competir en juegos infantiles en los que los perdedores son eliminados violentamente. De esta forma, el colegio traslada su “enorme preocupación” y recuerda “las consecuencias que para los más pequeños tiene estar expuesto a contenido violento y poco adecuado a su edad y/o desarrollo”.

Uno de los padres que ha recibido el escrito afirmó a Málaga Hoy que la mayoría de las familias de su entorno desconocen el alcance de lo que estos días ha podido ocurrir en el patio del recreo, pero recalcó que, a su juicio, no se trata de “algo específico”, sino que el mensaje que el colegio les ha hecho llegar responde únicamente a la “alarma generalizada” que ha causado la serie surcoreana. Reconocen, eso sí, que no es adecuada para niños. El progenitor recordó que hace unos años este mismo centro educativo ya pidió a las familias precaución a raíz del éxito del juego Fortnite “por los valores que transmite”. “Aprenden a robar coches, pero mi hijo no se va a convertir en un ladrón por ver esto”, argumentó.

Por su parte, desde el colegio subrayaron también que la “exposición a contenidos violentos en edades tan tempranas puede provocar problemas de comportamiento, pesadillas y dificultades para dormir”, además de “confusión en los menores al tratar de entender la diferencia entre el bien y el mal”. Los niños, reza el escrito enviado, “aún no comprenden lo que es real y lo que es ficticio”, por lo que, remacha, “simplemente decirles que la violencia no es real, no ayudará”.

El riesgo de volverse "inmunes al horror"

Asimismo, la circular hace referencia a los “muchos estudios que confirman los efectos que la violencia en la televisión tiene en los niños y adolescentes”. Y tanto es así, apunta, que, según la Academia de Psiquiatría Infantil y Adolescente, este visionado puede provocar que los pequeños “se vuelvan inmunes al horror, que imiten este tipo de comportamientos, que acepten la violencia como un modo de resolver los problemas y que se identifiquen con ciertos personajes, ya sean víctimas o agresores”.

Varios colegios de la provincia de Málaga –uno de ellos en Alhaurín de la Torre y otro en Cártama– han prohibido en la última semana a los alumnos acudir con disfraces relacionados con El juego del calamar a la fiesta de Halloween que hoy celebrarán. La portavoz de la Federación de asociaciones de padres y madres de alumnado (Fdapa), Pilar Triguero, aseguró entonces que “no hay ninguna alarma” y opinó que hay “más preocupación en los medios de comunicación que entre los padres”.

"Un llamamiento al sentido común"

Por su parte, la Consejería de Educación y Deporte de la Junta de Andalucía no ha recibido ninguna comunicación relacionada con el contenido al que hace referencia el escrito remitido a las familias del centro educativo de la zona este. Pero, no obstante, según informaron a este periódico fuentes oficiales de la Delegación provincial de Málaga, la misiva no es sino un “llamamiento al sentido común” por parte del colegio, que “vela por la convivencia y seguridad”. Asimismo, indicaron que la Consejería no ha recibido tampoco instrucciones al respecto y que, al tratarse de una “comunicación directa entre la comunidad educativa y el centro”, éste no está obligado a dar ningún tipo de reporte a la citada delegación. “En caso de que haya conductas contrarias, el colegio será el primero en actuar”, afirmaron las fuentes.

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