Cuatro meses después de que los padres de los alumnos del colegio Victoria Kent denunciasen la avería del único ascensor del centro educativo, el dispositivo sigue sin funcionar. Pero la cuenta atrás iniciada para solventar el problema parece algo más próxima. Ante la renuencia de la Junta de Andalucía a asumir el coste que suponía el cambio de la maquinaria, rebajando su actuación a una reparación, fue el Ayuntamiento de Málaga, y más concretamente el distrito de Carretera de Cádiz, el que dio un paso adelante. La previsión es que a mediados del próximo mes de abril, el nuevo ascensor ya esté en funcionamiento.

Así lo expuso a este periódico el concejal Luis Verde, quien a las funciones propias del área de Juventud suma las del distrito número 8. "La previsión es que entre la segunda y la tercera semana de marzo empiecen los trabajos de desmontaje del actual ascensor y, en paralelo, se realicen unas obras de acondicionamiento de la planta baja", explicó el concejal, quien se mostró confiado en que el problema quede solventado en poco más de mes y medio.

Según Verde, la pasada semana se celebró una reunión con los miembros de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (Ampa), con la dirección del colegio y la empresa que se encarga de esta labor , en la que se informó del estado de la cuestión. Una de las novedades es que el ascensor está terminando de fabricarse, al tener que hacerse a medida.

Los contactos entre la firma elegida para esta labor, la misma que fue adjudicataria de los trabajos de mantenimiento de los colegios del distrito, y el centro son continuos. Algo nada baladí si se tiene en cuenta la necesidad de coordinar las medidas de seguridad y las molestias que causan estos trabajos, debido principalmente al ruido.

A la opción finalmente asumida de ir adelante con las actuaciones cuanto antes se sumó en su día una vía alternativa, que aplazaba a los meses de verano las obras. Finalmente se descartó esta posibilidad al tomar en consideración que el Victoria Kent funciona como centro "de referencia" de actividades extraescolares en las que participan alumnos con movilidad reducida. Una circunstancia que eleva si cabe aún más la importancia del ascensor.

El coste final rondará los 45.000 euros. De esta cifra, la mayor parte se corresponde con el ascensor y la maquinaria necesaria para su funcionamiento, lo que va a suponer unos 40.000 euros; el resto se relaciona con la obra de adecuación que se hace precisa. "Lo más complejo es el foso y se necesita una obra de readaptación del pasillo de acceso", señaló Verde, que apuntó que será necesario realizar un pequeño recrecimiento, obligando a cambiar la puerta de la sala de profesores.

Los problemas con el dispositivo, que acumulaba unos 40 años de antigüedad, se produjeron a finales de octubre, cuando quedó averiado, llegando a atrapar en su interior a un alumno con movilidad reducida y a su monitora. Ante esta situación, el Consistorio instó a la Junta a intervenir y a instalar un nuevo ascensor, una solución que desde la Administración regional no se vio con buenos ojos.