El 60% de los colegios de la capital tienen edificios de más de 30 años
El delegado municipal de Educación afirma que "supone un elevadísimo coste para el Ayuntamiento mantener centros tan antiguos" y reitera lo oportuno de una comisión mixta con la Junta para analizar las necesidades
Las grietas del colegio Los Prados y los apagones en el CEIP Miraflores de los Ángeles han captado la mirada de la sociedad malagueña. Los desencuentros entre las administraciones competentes, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga, han llenado en las últimas semanas páginas y espacios informativos. Y los padres y alumnos se han levantado para gritar alto y claro que necesitan un colegio digno en el que seguir aprendiendo. Según datos del Consistorio, un 60% de los colegios públicos tienen edificios de más de 30 años de antigüedad.
Desde el Anexo Prácticas nº 1, alojado en un edificio de hace cinco siglos, pasando por el colegio Doctor Fleming, de 1951, el Bergamín, hoy entre paredes levantadas en 1966, el Miraflores de los Ángeles, con más de 45 años de historia, o los creados por el Plan Urgente de Andalucía en 1972, el Ciudad de Jaén, el Jorge Guillén y el José Calderón, la gran mayoría tiene una instalación eléctrica obsoleta y está aquejados por los achaques de la edad, humedades, barreras arquitectónicas, desniveles en patios, materiales de baja calidad y espacios insuficientes.
La elevada edad de estas infraestructuras conlleva un gran coste en su mantenimiento. El delegado de Educación en el Ayuntamiento de Málaga, Miguel Briones, asegura que en los últimos cinco años se han invertido 12 millones de euros de las arcas municipales en obras de conservación de estos inmuebles, "pero se resiente el presupuesto malagueño y nos estamos excediendo de nuestras funciones", asegura el delegado, poniendo el énfasis en que se realizan obras por parte de su equipo que corresponderían a la Junta.
"Supone un elevadísimo coste para un ayuntamiento mantener centros tan antiguos, las inversiones que estamos haciendo se podría rentabilizar mejor si no fuesen tan antiguos", considera Briones. La frontera que separa las parcelas de ambas administraciones es quebradiza y la Junta le pide responsabilidad al Ayuntamiento en el arreglo de sus colegios.
En el caso de Los Prados, la delegada provincial de Educación, Cultura y Deportes, Patricia Alba, afirmó que "se trata de un caso paradigmático de dejadez municipal, puesto que los desperfectos observados de desprendimiento de azulejos, desnivel entre los bordes de la junta de dilatación y deterioro de la valla metálica, así como el sellado de las vías de agua, no se pueden considerar en absoluto como estructurales".
Desde el Ayuntamiento contestan que ya en el año 1998 el concejal Antonio Garrido advirtió de la situación de este colegio y que el informe de Urbanismo destaca la necesidad de "reforzar o recalzar" la cimentación. Patrica Alba afirmó que la Consejería lleva efectuando desde hace años tareas de seguimiento y control periódico de la estructura del edificio y, hasta el momento, no se ha mostrado que exista ningún daño de carácter estructural.
Mientras ambas instituciones se ponen de acuerdo, "el colegio se está partiendo por todas partes y nuestros hijos son los que están ahí dentro", decía el presidente del AMPA Javier González. También se han sucedido los problemas en el CEIP Miraflores de los Ángeles con apagones continuos desde que este verano Endesa pusiese un limitador de potencia en su cuadro eléctrico. El pasado miércoles, alumnos y padres sacaron pancartas al patio para exigir un colegio digno. Este edificio de 1967 tiene pasillos con barandillas abiertas a la calle y en los baños encontraron vigas podridas por la humedad.
"Antes los centros tenían sus pizarras analógicos, ahora cuentan con pizarras digitales, con electrodomésticos, así que haría falta cambiar la instalación eléctrica que se ha quedado obsoleta", recuerda Miguel Briones. También habla de las deficiencias de accesibilidad que presentan un buen número de estos centros antiguos y los espacios de comedor, informática y salones de actos, que tienen dimensiones menores de lo que establece la ley autonómica.
Para el Ayuntamiento de Málaga se considera muy importante que se haga un estudio de las necesidades reales de todos estos centros. "En cada moción hemos pedido sistemáticamente constituir una comisión mixta entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento para consensuar la construcción y reforma de los centros y que éstas tengan el mayor consenso posible con la comunidad educativa", subraya Miguel Briones.
La Junta, con su Plan de Oportunidades Laborales de Andalucía, el plan OLA, está modernizando muchos de estos espacios. Se han colocado ascensores para permitir la accesibilidad, sustituido tejados y ventanas de hierro, se han construido gimnasios, módulos para Infantil y nuevos baños. En algunos, estas reformas permiten que la habitabilidad de estos edificios no sea del todo mala.
Antonio Ruiz es director del CEIP Doctor Fleming, en el distrito Cruz de Humilladero. El edificio del centro tiene 61 años. Es de los más antiguos de la capital malagueña. Como las clases no podían ser mixtas, tenía dos pabellones, uno para las niñas y otro para los niños. El edificio se unió y se creó el gimnasio y cuatro aulas más. En la actualidad, estudian en él 440 alumnos. Es bilingüe inglés y centro TIC.
"Al colegio se le han ido haciendo remodelaciones paulatinas durante varios años", dice el director del centro, que también destaca la colocación de rampas y mejoras que le hacen darle una nota de "un 6 ó un 7, estructuralmente hablando", dice. Ahora están inmersos en las obras del Plan OLA. "Se va a ampliar el espacio de recreo y se van a hacer nuevos baños para Primaria. También arreglos interiores, adecentamiento de la jefatura de estudios que tenía humedades y de la sala de profesores", destaca Ruiz que, puestos a pedir, lo que le haría falta al cole es "un buen pabellón deportivo cubierto".
Pero no sólo tienen problemas los colegios más antiguos. Desde el Ayuntamiento resaltan que han tenido que cambiar el albero de cuatro colegios de reciente creación, los CEIP Parque Clavero, Clara Campoamor, Carmen de Burgos y Rosa de Gálvez. "Nos vienen los directores el mismo día de la inauguración para que retiremos el albero que los propios profesores dicen que es perjudicial, que puede provocar alergias y mancha, se ha ido sustituyendo", dice Briones, que también recordó que en el CEIP Carmen de Burgos, que tiene cinco años, se cayó un muro en el patio de infantil y lo repusieron los técnicos municipales. "Luego vimos que no tenía pilares de sujeción, de anclaje", comenta el delegado municipal de Educación. Eso sí, advierte de que la factura se pasará a la Junta.
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