El comité de Limasa estudia iniciar una huelga de basura por días u horas

El conflicto laboral que rodea a la empresa mixta de limpieza Limasa de la capital desde hace años se enreda cada día más y la amenaza de una nueva convocatoria de huelga planea cada vez con más fuerza. Dado el punto muerto en el que se encuentran las negociaciones entre ambas partes y el enredo judicial en el que se ha metido el convenio colectivo, todo apunta a que los trabajadores del servicio de limpieza y recogida de basura de la ciudad no les temblará el pulso a iniciar otro parto. El comité de empresa calcula que podría iniciarse en febrero y la diferencia en esta ocasión es que se están barajando posibilidades para hacerlo en días puntuales e incluso por horas durante la jornada laboral diaria.

La decisión aún no está tomada, pero el presidente del comité, Manuel Belmonte (UGT), explicó ayer a este periódico que con esta fórmula de huelga parcial "los trabajadores tendrían una menor repercusión económica", al tiempo que el efecto sobre el servicio sí se notaría en aras de reclamar lo que consideran que le corresponden.

Los representantes sindicales de Limasa no ven otra salida que la huelga a tenor de lo ocurrido en las últimas semanas desde que desconvocaron la que había prevista iniciar el 14 de diciembre. Y lo hicieron porque el Juzgado de lo Social número 8 de Málaga dictó una sentencia que les daba la razón en cuanto a que considera que mientras no se llegue a un acuerdo sobre un nuevo convenio el único en vigor será el que se firmó para el periodo 2010-2012.

El problema es que empresa y trabajadores no se ponen de acuerdo sobre lo que eso implica. El comité entiende que la aplicación de la sentencia implica recuperar las vacaciones durante los meses de verano, descansar los sábados y domingos, cobrar los 1.431 euros de la paga de productividad y poder trabajar los días festivos, entre otros, a partir del mismo 1 de enero.

Sin embargo, la dirección de la sociedad -de la que el Ayuntamiento de Málaga dispone del 49% del accionariado- dice no tener claro si deben tenerse en cuenta los acuerdos firmados en estos años, como fue el firmado en diciembre de 2013 para poner fin a la huelga que hubo entonces durante varios días y que supuso precisamente acabar con algunos de los derechos que los trabajadores reclaman ahora. Tanto es así que ha decidido presentar un recurso de suplicación contra la sentencia, lo que retrasará aún más la resolución del conflicto.

Por su parte, Belmonte aseguró que en los próximos días solicitarán al Juzgado de lo Social número 8 la ejecución "urgente" de la sentencia y denunciarán ante la Inspección Trabajo lo que consideran "una irregularidad" por parte de la empresa en cuanto a la organización del trabajo desde el 1 de enero, fecha en la que supuestamente debía hacerse efectiva la prórroga del convenio de 2010-2012.

Pero la realidad es que no ha sido así porque de momento los trabajadores se rigen por las condiciones de los últimos dos años. Es decir, la empresa no dio opción a los fijos a trabajar el día 1 de enero ni tampoco, el primer sábado del año trabajó el 25% de la plantilla fija y el próximo domingo unos 140 empleados está previsto que unos 140 empleados inicien los 21 días de vacaciones obligatorios de invierno. Además, la falta de acuerdo entre la dirección y los trabajadores a la hora de aplicar la sentencia deja en el aire también el cobro de la paga de productividad de 1.431 el próximo 31 de enero.

Así las cosas, el comité de empresa afronta la reunión de la comisión paritaria prevista para mañana con la dirección de Limasa como el primer paso para iniciar las movilizaciones tal y como le legitimó la asamblea de trabajadores el pasado mes de diciembre.

La semana se avecina intensa en el seno de Limasa. Además de la reunión de mañana, el jueves ambas partes deberán verse las caras de nuevo en el Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía (Sercla) ante la solicitud de conflicto laboral presentada por la empresa y que llevará el tema de nuevo a los tribunales.