Los concesionarios prevén este año cumplir sus objetivos

La montaña rusa en la que se ha convertido este año el sector de la automoción terminará con un final relativamente feliz, aunque con un futuro a corto y medio plazo más que incierto. Un informe presentado esta semana por la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (Ganvam) asegura que los concesionarios "despedirán 2010 en números negros por los pelos y gracias no tanto a un buen dato de mercado como a los rápeles pagados en diciembre por las marcas como gratificación por alcanzar unos objetivos de volumen en el conjunto del año".

En este sentido, el estudio refleja que los concesionarios, a escala nacional, tendrán un beneficio bruto sobre la facturación del 0,1% en el cuarto trimestre del presente ejercicio, una cantidad alejada del 0,9% obtenida en el segundo trimestre por el auge de ventas con el Plan 2000E pero, en definitiva, positiva. Desde la patronal se apunta además que hasta el 55% de los beneficios se sustentan este año en el área de recambios y talleres, pero consideran que "se verán afectados en el último trimestre por la disminución del parque automovilístico, la bajada de los márgenes y la acusada caída de los pasos por el taller".

Estas valoraciones están realizadas en un contexto nacional aunque varios de los directivos de concesionarios malagueños cuestionados por este diario lo confirman. Juan Peña es el gerente de Garum Motor, un concesionario de Ford, y refleja esa sensación de punto muerto en el sector. "La primera parte del año ha sido muy buena pero la segunda ha sido peor de lo que esperábamos por la falta de confianza, la desaparición de las ayudas y el incremento del IVA que provocó que se adelantaran ventas al primer semestre", apunta. En su caso concreto, afirma que "vamos a vender lo mismo que en 2009 y cumpliremos los objetivos de la marca, por lo que hago un balance satisfactorio", si bien hay dos aspectos que pueden perjudicar sus ingresos. El primero es que, ante la situación de crisis e incertidumbre, "se está descuidando el mantenimiento de los coches y la gente va al taller con menos alegría". El segundo es cómo afectará a su cuenta de resultados la posible falta de pago por parte del Gobierno y la Junta de ayudas del Plan 2000E.

El problema surgió en abril cuando el sistema informático en el que los concesionarios debían inscribir todos los vehículos vendidos sujetos al Plan 2000E se bloqueó por la entrada masiva de todas las firmas de España en un corto periodo de tiempo, dejando miles de vehículos sin apuntar. "No lo hemos provisionado aún como pérdida porque tenemos la esperanza de cobrarlo pero el Gobierno ya ha dicho que no va a pagar, así que tendremos un resultado negativo", continúa Peña. La patronal ha denunciado al Gobierno y a la Junta por ese posible impago.

En Tahermo, concesionario de Renault, no tuvieron ese problema. Pudieron inscribir todos los coches y, según Carlos Castilla, jefe de ventas, "ya nos han abonado el 60% del importe de las ayudas". Castilla afirma que "vamos a llegar al objetivo" aunque matiza que en estos momentos la tienda recibe pocos clientes y "el que entra es directamente para comprar porque necesita un coche". Benjamín Nieto, gerente de Automóviles Nieto (concesionario de Opel y Saab), también señala que noviembre "está siendo un mes apretado" aunque explica que en su empresa han conseguido superar en un 15% los objetivos de la marca. Pese a este incremento, Nieto subraya que "es poco y deberíamos vender mas, aunque lloramos con un ojo". Las ventas en estos últimos meses están disminuyendo en torno al 40%, la misma cantidad que crecieron en los seis primeros meses del año.

La clave ahora es saber qué va a ocurrir en el futuro más inmediato. En 2011, en principio, no habrá más ayudas públicas y la coyuntura económica, al menos en los primeros meses, no se espera que mejore. Nieto dice que esperan "un estancamiento del mercado". De hecho, Opel ya baraja una posible caída del 7% para el próximo año. "Para 2011 no sabemos aún nada. Supongo que el fabricante hará descuentos pero todo está en el aire. La previsión es que el primer semestre sea igual de malo que el segundo de este año y se empiece a remontar en julio", explica Castilla.