Málaga

Doce años de cárcel por violar en Málaga a una menor que conoció por Instagram

  • El TSJA ratifica la pena de prisión y la indemnización de 12.000 euros a la víctima

Ciudad de la Justicia.

Ciudad de la Justicia. / Javier Albiñana

Un joven de 24 años ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Málaga a 12 años de prisión por violar a una menor de 14 años que conoció por Instagram y con la que tras insistir en quedar con ella abusó en el domicilio de la víctima.

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado ahora la resolución, dictada por la Sección Novena de la Audiencia Provincial de Málaga, según la sentencia.

Además ratifica la indemnización de 12.000 euros por los perjuicios morales sufridos y la medida de libertad vigilada una vez cumplida la pena con la obligación de someterse a un programa de reeducación sexual.

El TSJA ha rechazado el recurso presentado por la defensa que argumentaba que la relación fue consentida y que desconocía que fuera menor de 16 años.

El Tribunal destaca que las manifestaciones de la víctima han sido coherentes y sin contradicciones y no da veracidad a que desconociera la edad ya era conocedor de que era alumna de un instituto, que la madre no le dejaba salir por la noche y que le había contado que iba a ir con su madre a comprar un vestido para la fiesta de los 15 años.

Los hechos se remontan a 2017 cuando el acusado contactó con la menor por Instagram e intentó quedar con ella para mantener relaciones sexuales, a sabiendas de su edad.

Tras los primeros contactos por Instagram, se intercambiaron los números de teléfonos y se comunicaron por Whatsaap, insistiendo el procesado en quedar con ella para mantener relaciones, a lo que la menor siempre se negaba.

No obstante, el 24 de diciembre de 2017 contactó con ella y le propuso quedar dos días más tarde, proposición a la ella accedió y lo invitó a su casa ya que la madre y la pareja trabajaban fuera de casa.

El joven acudió sobre las 9:00 y pasaron al dormitorio de la menor donde comenzaron una conversación pero el acusado empezó a acariciarla y ella le dijo que "ya le había dicho en numerosas ocasiones, que no iba a mantener relaciones sexuales con él".

El procesado paró pero en un determinado momento "guiado por el deseo de satisfacer su deseos sexuales" la agredió sexualmente pese a la negativa de la menor a la que tapó la boca para que no pudiera gritar. Tras la violación, se vistió, le dijo que no se enfadara y se marchó.

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