La Conferencia Episcopal pide "perdón por el escándalo" del sacerdote detenido en Torremolinos

La Conferencia Episcopal Española se ha pronunciado tras la detención de un sacerdote en Torremolinos después de haber sido sorprendido con una decena de papelinas con diversas sustancias estupefacientes, entre ellas cocaína rosa. La institución ha pedido perdón “por el escándalo que pueda producir al pueblo de Dios” y se "encomienda a Dios" ante la situación. El secretario general de la CEE, César García Magán, califica el suceso de “hecho aislado, muy lamentable que nos ha afectado a todos".

El arresto del religioso ocurrió a finales de septiembre, cuando se encontraba de vacaciones en Torremolinos. Según pudo saber entonces Málaga Hoy de fuentes próximas al caso, la Policía detectó que el clérigo estaba, supuestamente, en posesión de sustancias estupefacientes. Llevaba, entre otros, cocaína rosa, una droga sintética que, en realidad, nada tiene que ver con la cocaína, si bien se apoda con este nombre porque se presenta como un polvo y se consume del mismo modo: esnifada.

Desde la Comisaría provincial de Málaga, por su parte, confirmaron que el arrestado era un hombre de 45 años, al que los agentes le atribuyen un presunto delito contra la salud pública. El religioso se encontraba de paso por la localidad malagueña cuando unos policías lo descubrieron en la vía pública con la droga. En un registro se incautaron, según la versión policial, de una cantidad "que excedía lo que pudiera entenderse como la destinada a consumo propio".

Al pasar a disposición judicial, el titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Torremolinos acordó la puesta en libertad provisional del cura. Se acogió a su derecho a no declarar y deberá comparecer en sede judicial cuantas veces sea convocado, indicaron entonces desde el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

La Conferencia Episcopal defiende la existencia del "trauma posaborto"

Durante la rueda de prensa posterior a la reunión de la Comisión Permanente de la CEE, Magán abordó también otros temas relacionados con la defensa de la vida y la protección social. Defendió la existencia del “trauma posaborto”, concepto incluido en una propuesta aprobada en el Ayuntamiento de Madrid para informar sobre este síndrome a mujeres que pidan una interrupción voluntaria del embarazo. “Puedo asegurar que las iniciativas que hay en el ámbito de la Iglesia de apoyo a mujeres que han abortado confirman que ciertamente eso existe”, afirmó, mencionando que tiene experiencia personal con un “caso cercano”.

Magán recordó que, según la Iglesia, “el aborto es un atentado contra una vida humana que está en el seno materno” y destacó la importancia de ayudar a mujeres que se encuentran en situaciones difíciles y a personas que no desean abortar. También se refirió al apoyo de la Iglesia a la Iniciativa Legislativa Popular para la aprobación de una Ley de Protección Integral contra el Maltrato a las Personas Mayores, subrayando la importancia de respeto y atención hacia los ancianos.

En cuanto al Plan de Reparación Integral a Víctimas de Abuso (PRIVA), Magán señaló que la comisión actúa de manera independiente y ha resuelto 39 casos, proponiendo indemnizaciones de entre 3.000 y 100.000 euros según la gravedad de cada situación. “Podemos decir que la comisión funciona”, aseguró.