La constructora de un imputado en Gürtel cede a otra la ejecución de 92 VPO

Los problemas económicos de Begar le impiden continuar con los trabajos · El IMV aprueba traspasar la actuación a Jarquil

S. Sánchez / Málaga

06 de agosto 2009 - 01:00

Los problemas económicos que asuelan a la promotora Begar Construcciones, que han dado lugar a la apertura de un concurso de acreedores (antiguamente suspensión de pagos) ha obligado a esta firma a proponer al Instituto Municipal de la Vivienda (IMV) de Málaga traspasar a otra firma la continuación de los trabajos de construcción de dos promociones de viviendas de protección oficial (VPO), actualmente paralizadas.

Así lo confirmó ayer el concejal de Vivienda de Málaga, Diego Maldonado, quien informó que este asunto será tratado como único punto del día en un consejo rector extraordinario a celebrar hoy. En la sesión, se aprobará la petición realizada por Begar, de tal manera que se autorizará a la sociedad propuesta por ésta, Jarquil, para que desarrolle las tareas de edificación de 56 pisos en Soliva y 36 en Virgen del Carmen.

El edil del PP precisó que la fase de ejecución de estas dos intervenciones supera el 50%, aunque admitió que las dificultades de Begar y el posterior trámite administrativo, que culmina hoy, va a suponer una demora de unos dos meses respecto al calendario. Esta empresa está vinculada a uno de los imputados en la trama Gürtel, José Luis Ulibarri.

Lo que no sufrirá alteración alguna, según insistió, será el coste de la misma. "La condición que ponemos para que se realice esa cesión es que se haga en las mismas condiciones económicas que había", apostilló. Ambas actuaciones fueron contratadas por un global de 7,8 millones de euros. Asimismo, precisó que la decisión final tendrá de ser avalada por el auditor judicial encargado del concurso de esta empresa.

El responsable del área de Vivienda señaló, además, que la reacción municipal ante lo ocurrido a Begar fue inmediata. Al respecto, apuntó que en el momento en que "surgieron los primeros rumores sobre los problemas de esta empresa, nos pusimos en contacto con ella para ver qué ocurría, pero nos dijeron que en ese momento no había nada". "No se podía hacer nada porque la obra no se había parado y no había una intervención judicial. Hemos estado siempre expectantes y hemos actuado en el primer minuto en que se podía hacer", manifestó.

Si bien es el primer caso conocido de cesión de una obra del IMV, no ocurre lo mismo en Málaga. De hecho, hace varios meses, la adjudicataria de los trabajos de remodelación del muelle 2 del puerto, Tiferca, propuso que las tareas fuesen continuadas por Heliopol ante los problemas económicos que tenía.

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