Málaga

Coronavirus en Málaga: Cordero y cabrito, los otros daños colaterales del cierre de la hostelería

  • Los ganaderos de la provincia no encuentran salida para sus producciones o lo hacen al final a precios muy bajos

  • Piden colaboración a los ciudadanos para aumentar su consumo

  • Los imprescindibles de la tierra y el mar

Ramón junto a su rebaño de ovejas en la Serranía de Ronda

Ramón junto a su rebaño de ovejas en la Serranía de Ronda / Javier Flores

El sector primario está aguantando las consecuencias de la crisis sanitaria manteniendo la actividad para garantizar la alimentación de la población, aunque algunos de sus sectores, lejos de lo que puedan pensarse por las avalanchas de compras y las colas en supermercados que se produjeron, están pasando por momentos muy complicados por la falta de ventas. Entre los especialmente perjudicados se encuentran los productores de ovino y caprino, a los que el cierre de la restauración les está ocasionando importantes pérdidas y, en algunos casos, la imposibilidad de vender corderos y cabritos por la falta de consumo.

Aunque España cuenta con una importante producción, los hogares españoles no son grandes consumidores de este tipo de carnes y es la restauración la principal consumidora, además de la exportación a terceros países. “Con la restauración cerrada no tenemos prácticamente opciones de vender nuestro producto”, explicaba Miguel Ángel Reguera, presidente de la Asociación de Defensa Sanitaria de la Serranía de Ronda y un productor de ovino.

Los hogares españoles no son grandes consumidores de este tipo de carnes pese a que España cuenta con una importante producción

La complicada realidad por la que pasa el sector en España tiene su fiel reflejo en la provincia de Málaga, en la que los ganaderos siguen teniendo que alimentar a los rebaños sin poder dar salida a las crías. “El consumo de piernas de cordero o chuletitas se realiza principalmente en los restaurante y con ellos cerrados no hay prácticamente consumo porque en España no hay mucha costumbre de consumir este tipo de carne en casa con excepción de algunas zonas, como es el caso de levante”, explica Reguera.

Por ello, mientras la restauración no vuelva a la actividad temen que la situación irá empeorando, ya que seguirán prácticamente sin ingresos y teniendo que alimentar al ganado. Mientras tanto, muchos de ellos miran a Oriente Medio como una posible salida de la producción, aunque hasta el momento las ventas que se han realizado no han sido tan importantes como se esperaba en las operaciones que se han cerrado, según indicó el presidente de Asaja, Baldomero Bellido. No obstante, se espera que de cara a la fiesta del cordero se puedan incrementar las ventas, aunque ahora existe una mayor oferta en todo el mundo por la bajada general de consumo y este hecho también provoca una mayor competencia y bajada de precios.

“Esperemos que nos compren a nosotros”, decía Reguera, que particularmente cuenta con una importante cantidad de corderos que espera poder vender para este fin.

Desde el Gobierno y las grandes cadenas de supermercados se han realizado peticiones para aumentar el consumo de cordero y cabrito, aunque hasta el momento no parece que esté dando un gran resultado y el consumo no se incrementó de forma de forma importante. Por ello, desde el sector hacen también un llamamiento para que en la lista de la compra se comience a incluir este tipo de carne como parte de los productos que se lleven para casa.

Tenemos unas carnes de gran calidad que se pueden integrar perfectamente en la dieta de las casas”, incidía Reguera, que espera que los consumidores que habitualmente reservan este tipo de platos para sus salidas los trasladen hasta sus hogares y así poder compensar las pérdidas que se están produciendo en estos momentos. Una situación que es generalizada en todas las explotaciones de la provincia de Málaga, que se concentran principalmente en la Serranía de Ronda, comarca de Antequera y diversas zonas de la Axarquía y Guadalhorce.

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