Feria Málaga 2014

El "desastre de Europa"

  • Los vecinos y comerciantes del Centro histórico presentan su lectura de la Feria

Un "desastre total" es la calificación que los vecinos del Centro dan a la Feria de Málaga. En la recta final de las fiestas, y a pesar de las actuaciones del Ayuntamiento para mejorarlas, las opiniones de los habitantes del Centro histórico siguen en la misma línea que años anteriores. Limpieza, seguridad y acústica son las tres basas que sustentan sus críticas.

Un balance negativo convertido en una pescadilla que se muerde la cola: ante las protestas de los vecinos, el Consistorio afirma que mejorará las condiciones en el Centro, pero estas medidas no son suficientes para los primeros y así vuelta a empezar con el mismo proceso al año siguiente. Una búsqueda de soluciones que, según la Asociación de Vecinos del Centro Antiguo, no parecen llegar nunca.

"Quienes realmente sufren el ruido y la suciedad coinciden en que este año ha sido el peor hasta el momento. La Feria está siendo un desmadre total y así esto funciona. Año tras año es la misma historia y cada vez va a peor", explica la presidenta de la Asociación, Esther Ramírez, desde donde denuncian que el Ayuntamiento haga oídos sordos a sus reclamaciones.

Las principales quejas, como en ediciones anteriores, están protagonizadas por la suciedad acumulada en las calles céntricas. Los puntos clave, entre otros, son Plaza de Uncibay, de la Constitución, calle Beatas, Madre de Dios, Cárcer, Casapalma, Granados o la zona de Mitjana. La llegada de los efectivos de Limasa a estos lugares resulta complicada dada la aglomeraciones de personas que, más allá de las 18:00 -hora a partir de la que, según la ordenanza municipal de Feria se prohibe la música y el consumo en la calle-, continúan con las celebraciones. A medianoche del pasado miércoles, las principales calles estaban aún repletas de restos de basura. "Los operarios de la limpieza no podían entrar en algunas calles porque no se cumplió el horario al desalojar. De hecho, hay noches que a las cuatro de la mañana se limpia con sopladoras, algo que está prohibido. Somos los vecinos quienes no sólo aguantamos el ruido durante el día sino también de noche", expresan.

Este aspecto conforma la segunda reivindicación del colectivo que asegura que tras la reunión con la concejala de Fiestas, Teresa Porras, en la que le solicitaban especial atención a la acústica de las fiestas, no se ha respetado la normativa ni las peticiones realizadas. Así, Ramírez denuncia, por un lado, que se hayan utilizado amplificadores y, en segunda instancia, que no se haya respetado un determinado tipo de música -más folclórica- que se aseguró que se escucharía durante estos días.

Este punto, no obstante, no es compartido por los comerciantes del Centro Histórico, otro de los colectivos a los que les atañe especialmente la Feria. Para la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico, el horario para el cierre debería ampliarse ya que justo en ese momento es cuando "hay más ambiente". "Aunque es positivo que se haya incluido el día festivo en la Feria, hay que valorar negativamente que se tenga que cortar la actividad a las 18:00, justo cuando el visitante comienza a animarse. El hecho de que los bares no puedan tener música a partir de esa hora es lo que convierte a la calle en un botellón inmenso", argumenta la secretaria de la Junta Directiva de la Asociación, María José Valenzuela, agregando que desde la hostelería se tendría que luchar para ampliar el número de horas de apertura.

Asimismo, la presidenta de la Asociación subraya que el Consistorio debe tomar responsabilidad no sólo en estos aspectos, sino también en los desperfectos que los mismos acarrean directa o indirectamente. Ejemplo de ello es el vandalismo que aseguran se multiplica en Feria. "No estamos dispuestos a aguantar esta situación porque económicamente no podemos hacer frente a todos los desperfectos de puertas, vallas, cristales, porteros que arrancan...", relata Ramírez, añadiendo que se ha enviado un escrito al ente municipal solicitando que éste se haga cargo de los gastos de estos destrozos, documento que ya realizaron el año pasado y del que aún no han recibido respuesta.

Por ello, los vecinos del Centro Antiguo reclaman mayor seguridad y protección, ya que aseguran que se encuentran "desamparados y acorralados" en sus casas sin apenas poder salir, una situación que no "no pueden mantener las 24 horas del día". "No conocemos plan de emergencia ni evacuación ante una enfermedad o incendio, y esto no dura un día o dos, sino nueve". De igual forma, solicitan a los responsables municipales que se impulse el Cortijo de Torres, como piden las peñas, para trasladar allí el "macrobotellón" que se hace "todos los días" en estas vías.

Otro de los colectivos a los que les afecta principalmente los resultados de la Feria es a los comerciantes de los negocios en el Centro Histórico.

Por su parte, la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico asegura que, hasta este punto (prácticamente el final de los festejos), aunque ha habido un aumento de visitantes tanto nacionales como extranjeros, el aumento de ventas no ha sido proporcional. "La crisis se sigue notando en las ventas: la media que se gastan tanto malagueños como visitantes es de unos seis euros, escogen el menú más barato o incluso se traen la comida de casa", valora Valenzuela, quien augura que el balance tras las fiestas será negativo, con unos datos de consumo que incluso bajarán y serán menores que en otras ocasiones.

Un mismo episodio que se repite año tras año para comerciantes pero, sobre todo, para los vecinos del Centro, quienes no están dispuestos a seguir soportando la situación a pesar de la proyección que parece tener la Feria en el ámbito turístico. "Eso de que sea la mejor fiesta del Sur Europa es un invento para engañar al ciudadano. Esto es un desastre y en Europa no hay fiesta que dure las 24 horas de nueve días con ese desmadre, todo está mucho más controlado".

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