Detienen a un portero de una discoteca del centro de Málaga por supuestamente vender cocaína a turistas
Los extranjeros reconocieron que buscaban un 'camello' que les suministrara drogas
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Dos de la madrugada de la noche malagueña. Turistas franseses recién llegados a la ciudad buscan diversión y se interesan por dónde conseguir algo más que copas. No tardan en guiarles hasta una sala de fiestas del Centro de Málaga. Allí se encontrarían con dos hombres, que acaban detenidos por, presuntamente, vender cocaína. Uno de ellos, portero de la discoteca.
El responsable del local, en declaraciones a este periódico, aseguró ayer que el trabajador negó en su declaración ante la Policía que hubiera vendido drogas y quedó “al día siguiente en libertad”. Recalca que no ha adoptado, por el momento, ninguna medida contra él, pero si se demuestra que estaba “realizando esa actividad” cesaría su contrato. “Ahora mismo no puedo hacer nada porque hay indicios que dicen lo contrario. Si es verdad lo despido inmediatamente. No favorecemos esas actividades y no tenemos interés en que ninguno de los trabajadores lo haga”, subrayó el portavoz de la sala.
La secuencia de los hechos según el relato policial es la que sigue. El primero de los sospechosos controlaba la actuación, mientras el otro se movía con soltura entre los visitantes, entablando conversación y ofreciendo soluciones rápidas a transeúntes. La escena avanzó con discreción. Un gesto, unas palabras y, a la postre, el supuesto intercambio: un envoltorio de plástico con polvo blanco a cambio de billetes que saldrían del bolsillo de un turista, según fuentes próximas al caso consultadas por este periódico.
Los hechos ocurrieron la madrugada del jueves al viernes. Uno de los arrestados, ocupado de la vigilancia de la discoteca, permanecía junto a la entrada, mientras que su acompañante supuestamente establecía contacto directo con los turistas. Tras un cruce de palabras, se produjo, cree la Policia, la entrega de un envoltorio de plástico con una sustancia blanca que podría ser cocaína.
Los agentes que vigilaban la zona identificaron a los supuestos implicados en la operación. En el posterior registro policial, requisan pequeñas dosis de la sustancia, teléfonos móviles y dinero. Todo ocurrió en segundos, en la acera iluminada por los focos del local, entre la música que se escapaba de la sala y el murmullo de los viandantes.
Los turistas reconocieron que ese mismo día habían llegado a la Costa del Sol. Según su testimonio, salieron de fiesta y, en el transcurso de la madrugada, buscaron en la calle a algún camello que les suministrara estupefacientes. Entonces fueron dirigidos hasta el portero y su acompañante, que presuntamente accedieron a facilitarles la sustancia. Los dos arrestados fueron trasladados a dependencias policiales, donde se instruyeron diligencias.
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