La difícil misión de pagar las deudas sin apenas dinero

La hipoteca, la letra del coche, la luz, el agua, el gas, el recibo de la comunidad... No son lujos sino el día a día de un ciudadano de a pie normal. Si, además, se tienen hijos, los gastos se multiplican con la guardería, la ropa, el material escolar, el transporte, etcétera. No es fácil vivir en una sociedad como la actual y menos con menos de 1.000 euros al mes.

Alberto Aguado es un ejemplo. Trabaja de teleoperador en una subcontrata de Movistar llamada Eurocén que realiza tareas de servicio de atención al cliente y ventas, así como portabilidades y migraciones. Lleva cinco años en la empresa y tiene un salario base de 895 euros. Estudió Comunicación Audiovisual y trabajó de camarero mientras terminaba la carrera. Posteriormente echó el currículum en Eurocén y asegura "estar acomodado allí". Aguado vive con su novia y se compró una vivienda en pleno auge del sector, hace cuatro años. Tiene una hipoteca de 550 euros que, sumada a otros gastos fijos, asciende a unos 700 euros. "Pagamos todo como podemos, pero no nos da para ahorrar", explica. A eso tiene que sumarle que su empresa está en el Parque Tecnológico de Andalucía y gasta una importante cantidad de dinero diaria en gasolina.

Este joven señala que en el PTA "hay muchos informáticos y personas con una amplia formación que ganan sueldos bajos" y subraya que su intención es encontrar otro empleo. "Quiero buscar además una Formación Profesional para reciclarme y estudiar otro tipo de cosas que no tengan nada que ver como, por ejemplo, un curso de placas solares", comenta.

Susana Fernández también está buscando otro trabajo. No le queda otra. Está empleada 24 horas a la semana en un centro comercial en Torremolinos y percibe 689 euros mensuales, incluyendo las pagas extra. Tiene dos niños pequeños y una hipoteca de 600 euros. "Para poder salir un fin de semana nos pasamos todo el año ahorrando. Miramos mucho el gasto de luz, de agua, etcétera porque aparte no tengo a quien pedirle una ayuda económica", señala. Fernández dice que está "echando currículums por todos sitios, aunque sólo sea para trabajar unas horas", aunque no es fácil ya que "las empresas se están apretando y ajustándose al máximo".

Eva Tenorio trabaja desde hace 16 años en una tienda de Telepizza. Empezó cobrando 900 euros y ahora, tras ser designada encargada, recibe 1.021 por lo que ha ascendido a mileurista. Tiene una jornada de 35 horas aunque acaba de ser liberada por el sindicato CCOO. Su pareja está desempleada, tienen una hipoteca de 700 euros y un hijo pequeño. "No llegamos a fin de mes y estamos tirando de tarjeta", dice.