EDITORIAL
Toda preparación es poca ante los temporales
Los recorridos en bicicleta han ido sumando seguidores en la provincia durante los últimos años, gracias en parte a los carriles bici impulsados por las administraciones públicas, pero ese camino hacia la movilidad sostenible está aún a medio construir. El hecho de que muchas de estas infraestructuras se realizaran restándole espacio al peatón sumado al entendimiento al que ambos colectivos están obligados en las calles en las que comparten espacio ha hecho saltar el conflicto; hasta el punto de que los ayuntamientos de Marbella y Torremolinos han tenido que tomar medidas para evitar el paso de ciclistas en los meses de verano en parte de sus paseos marítimos. Sin embargo, no son los únicos municipios en los que la relación peatón/ciclista se complica en las horas de especial afluencia, Málaga capital comparte ese mismo problema desde hace años sin que por el momento se hayan realizado prohibiciones o acotaciones horarias de uso.
El principal punto de conflicto de la capital se encuentra en el Paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso, convirtiéndose en un auténtico caos a determinadas horas del día y sobre todo cuando llega el buen tiempo. El Ayuntamiento de la capital instaló señales en las que se advierte de la preferencia peatonal y de que los ciclistas han de adecuar su velocidad, pero hasta que el carril bici que enlaza con El Morlaco sea una realidad -está aún pendiente de que se concrete su proyecto- unos y otros están abocados a entenderse. La unidad ciclista de la Policía Local de Málaga tiene entre sus cometidos los de promover un uso responsable de la bicicleta, por lo que recorren con frecuencia el paseo marítimo. "A cierta hora es crítico, porque se acumula tal cantidad de gente entre peatones, ciclistas, corredores, niños pequeños y perros; pero todos tienen que convivir en el mismo espacio", explica José Ramón, uno de los agentes que patrulla en bicicleta, que habla en representación de la unidad.
La ordenanza de movilidad de la capital dice exactamente: "Las bicicletas no circularán por las aceras, andenes y paseos, al ser consideradas éstas como zonas peatonales, excepto cuando acomoden su velocidad a la del peatón circulando a una velocidad inferior a 10 Km/h, y se den las siguientes circunstancias: No existan vías exclusivas para su uso, las aceras cuenten con una sección mínima de 3 metros, no existan aglomeraciones, respeten la preferencia de pasos de viandantes, no acercándose a menos de 1 metro de distancia, y no se encuentre señalizada expresamente la prohibición para hacerlo".
La acumulación de problemas en Torremolinos llevaron al Ayuntamiento a desviar las bicicletas del paseo marítimo en la zona de La Carihuela el pasado mes de junio, una medida que se mantendrá hasta el último día de este mes. El motivo que se esgrimió para la prohibición de ciclistas fue "evitar incidentes en plena temporada alta turística, cuando la afluencia de peatones en este tramo es muy alta". Para los recorridos en bicicleta habilitó un desvío a través de la calle Los Perros.
El Ayuntamiento de Marbella, en coordinación con diferentes colectivos de ciclistas en la Mesa de la Bicicleta, acordó la búsqueda de una alternativa de itinerario a fin de que los ciclistas pudieran subir hacia Camilo José Cela y seguir circulando sin interferencias problemáticas con los peatones durante los meses de mayor afluencia en el paseo marítimo. De esta manera, este verano se llevó a cabo la reordenación del tráfico en esta zona con la creación de un carril bici bidireccional en el margen izquierda que va desde la avenida de España hasta Plaza del Mar. En el municipio, con la llegada del nuevo equipo de gobierno, se levantó además la veda a los ciclistas para pasar por el tramo de mármol del paseo marítimo. Lo que se ha hecho ahora es habilitar una vía alternativa para evitar el cruce de peatones y ciclistas en el paseo durante el verano, pero es sólo opcional.
En Estepona, basándose "en el Reglamento General de Circulación", el Ayuntamiento no permite la circulación de bicicletas en vías peatonales. Para garantizar que los ciudadanos puedan disfrutar de sus bicis, el Consistorio explica que continúa trabajando en la implantación de nuevos carriles bicis. En los últimos meses se ha ejecutado un tramo de dos kilómetros que recorre la avenida Puerta del Mar hasta el nuevo parque ferial; al que hay que añadir el ya existente en la avenida del Carmen. Además, está en proyecto otro tramo, de casi 1,5 kilómetros, que discurrirá por la avenida Juan Carlos I, explican desde el Consistorio. Benalmádena está en una situación parecida, las bicis están prohibidas por el paseo marítimo durante todo el año por ordenanza. Mientras que el municipio de Mijas prohíbe la circulación por su zona costera de lunes a viernes de 11:00 a 18:00 y los fines de semana durante las 24 horas.
Al contrario que los dos anteriores, en Fuengirola no está restringido el uso de la bicicleta por su paseo marítimo, porque según constatan desde del Ayuntamiento no se producen incidentes. En este caso hay que tener en cuenta que en el tramo de paseo marítimo de Los Boliches existe un carril bici, que acaba con cualquier posibilidad de conflicto. Lo mismo ocurre al otro lado de la provincia, en los paseos marítimos de Rincón de la Victoria y Vélez-Málaga, que tienen habilitados un carril exclusivo para la bicicleta.
La heterogeneidad en los usos permitidos en los paseos marítimos de la provincia pone de relieve que la Senda Litoral no se podrá recorrer al completo en bicicleta una vez que esté finalizada. La mayor parte del trazado de este futuro sendero que permitirá abordar sin interrupciones la costa desde Manilva a Nerja, discurre por los paseos marítimos de los municipios, por lo que no será posible por ejemplo saltar de Fuengirola -con cero restricciones- a Benalmádena -donde su uso está totalmente prohibido-.
Tampoco se podrá traspasar la frontera fuengiroleña hacia Mijas si se pretende realizar el recorrido en fin de semana, o entre semana después de las 11:00 y antes de las 18:00. El arquitecto director del proyecto impulsado por la Diputación Provincial, Antonio Fernández, explica que son los ayuntamientos los que regulan el uso de los tramos del sendero que se van incorporando a los ya existentes, al igual que han de encargarse del mantenimiento de la infraestructura. Pero insiste, igualmente, en que los 14 municipios costeros malagueños tendrán que sentarse para plantear unas condiciones de uso conjuntas, que no acaben confundiendo a los usuarios.
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