Denuncian que las dimisiones en el SAS evidencian la falta de personal de sanidad pública de Málaga

Un día después de que trascendiera la marcha del director médico del Hospital Regional, Fernando Salgado, y del responsable de enfermería del Distrito Málaga-Guadalhorce, Antonio Vázquez, la Junta de Andalucía intentaba este miércoles quitar hierro al asunto. La delegada en esta provincia, Patricia Navarro, tras agradecer y reconocer su labor, consideró "normal" que allí donde hay "más presión" llegue "un momento en que el profesional se sienta quemado o cansado" o que no tenga "fuerzas para seguir". Por su parte, la consejera de Salud, Rocío Hernández, criticó el "ruido" y los "bulos" en torno a este asunto. "A mí me gustaría que dejáramos un poco de mentir a la población, de lanzar una serie de bulos que lo único que hacen es crear inquietud en la población; los andaluces tienen que saber que el sistema sanitario es uno de los más robustos", dijo.

Pero mientras desde el ámbito político se hacían estas afirmaciones, la idea que defendían sindicatos y profesionales era que a la sanidad malagueña no sólo le hacen falta más camas y un tercer hospital, sino también más profesionales. Esgrimían que no es casual que el director médico del Regional y el de enfermería del Distrito Sanitario Málaga-Guadalhorce dimitan –o “los dimitan”– a las puertas del verano, con un plan de cobertura de vacaciones “insuficiente”.

Hacían hincapié en que más allá del periodo estival, decenas de cargos intermedios se enfrentan cada día al reto de garantizar la asistencia a una población más numerosa y envejecida. Y a hacerlo con unos recursos deficitarios que complican el trabajo, desesperan a los pacientes, sobrecargan a los profesionales y rebelan a los sindicatos.

Como ejemplo recordaban varios casos. Uno: la quinta de Pediatría del Materno que se ha cerrado. Así, las enfermeras de la planta se reparten por el resto del hospital para que, ante la falta de sustituciones, se puedan cubrir las vacaciones del resto. Dos: la unidad psiquiátrica para adolescentes del Regional (UHBA) que no se abre por falta de personal. Tres: el nuevo Hospital de Día Oncohematológico del Clínico que se demora no solo porque le falte el mobiliario; sino también porque triplicará al actual y necesitará más profesionales. Cuatro: que más de 40 de los casi 70 centros de salud de la provincia cierran por la tarde en verano porque, ante el “escaso” refuerzo, es la única forma de dar vacaciones a la plantilla.

El delegado del Sindicato Médico de Málaga (SMM) en el Hospital Regional, Francisco Cabrera, interpretó esta crisis como resultado de la difícil situación de los cargos intermedios que tienen que gestionar lo “ingestionable” debido a la falta de personal. Como ejemplo puso que en todo el complejo sanitario, cada mes de verano se van de vacaciones unos 300 facultativos. Sin embargo, sólo se han autorizado contratos para ocho médicos de Urgencias. “Existe un déficit presupuestario crónico porque la plantilla está infradotada”, apuntaba. Explicaba que hay especialidades que sólo existen en este hospital, como Neurocirugía, Cirugía Plástica, Cirugía Torácica o Maxilofacial. De modo que atienden a los pacientes de toda la provincia y hasta de otras limítrofes. Sin embargo, sus plantillas no están dimensionadas para ello. También aseguraba que en el Regional no se han renovado contratos de facultativos que se hicieron con el Covid, se han recortado horas extras de tarde para reducir listas de espera (continuidades asistenciales) y se cierran plantas en verano para ahorrar personal. “Los gestores lo llaman optimizar recursos, yo lo llamo recortes”, dijo.

Otro cualificado profesional reflexionaba que ahora que se ha acabado el “dopaje presupuestario [más ingresos] de la pandemia” con sus consiguientes contratos, los jefes intermedios se enfrentan a las abultadas listas de espera, la presión asistencial diaria, los profesionales enfadados y los sindicatos movilizados.

Por su parte, el delegado de UGT en el Regional, Carlos Bueno, señalaba: “No sé si Salgado dimitió o lo empujaron a dimitir, pero lo que es cierto es el maltrato y el castigo del SAS hacia el Regional”. Detallaba que hay hospitales con menos población asignada que en varias categorías este verano tienen más contratación que el centro sanitario malagueño. Y los profesionales del Clínico insistían en que para castigados, ellos, que tienen que encajar las restricciones presupuestarias estivales y no estivales pese a que atienden a la parte de la capital y de la provincia que más crece en población y turistas.

A su vez, fuentes de Atención Primaria achacaban la marcha de Vázquez a “la falta de contratación” y a que se encontraba entre la espada de los coordinadores de los centros de salud y la pared de la gerencia del Distrito. El delegado del Sindicato de Enfermería (Satse) José Luis Sánchez recordaba que de la treintena de puestos de enfermeros que debían crearse a primeros de año para los ambulatorios más saturados (desdoblamientos de cupo) no se ha hecho “ni uno” y que de más de un centenar de profesionales de esa categoría que cada mes estival se va de vacaciones, sólo se sustituyen 16. Fuentes del Distrito, en cambio, atribuían la decisión de Vázquez a que “simplemente estaba cansado y ha dimitido”.

Por su parte, frente a las críticas de sindicatos y empleados, el SAS destaca que “sumará casi 6.000 profesionales de refuerzo” en la provincia durante el verano, que destinará en la comunidad 135 millones para 36.500 contrataciones –lo que supone un 15% más que en 2018, cuando gobernaba el PSOE– y que en la provincia ahora hay en el SAS21.600 profesionales, “4.700 más que hace seis años”.

Fernando Salgado, llevaba dos años como director médico del Hospital Regional, y a Antonio Vázquez, director de enfermería del Distitro Málaga Valle del Guadalhorce, ha ocupado puestos de gestión durante los últimos 15 años y que fue una pieza clave en la vacunación durante la pandemia. La delegada de la Junta de Andalucía en Málaga agradeció sus servicios y resaltó que eran profesionales "muy valiosos".