Don Ángel Lozano
Con cuatro décadas de muelles y barcos a sus espaldas, este policía portuario se jubila convertido en toda una institución en el puerto de Málaga
El velero de las películas
Hace unos días, Ángel Lozano López colgó definitivamente su uniforme de policía portuario. Con 64 años y después de 43 de trabajo en el puerto de Málaga, este veterano que oficialmente quedará jubilado en enero de 2026, deja su labor en los muelles con la alegría del deber cumplido y el recuerdo de todos los compañeros que han estado con él durante su prolongada carrera.
Hijo y hermano de portuarios, su padre fue encargado del servicio de grúas y su hermano policía y luego administrativo, Ángel ingresaba en el puerto malagueño como guardián de locales tras haber superado para ello un examen. Convertido poco tiempo después en celador guarda muelles y posteriormente en policía portuario, los recuerdos de sus primeros años en los muelles pasan por el único coche con el que se podía patrullar, las motos lambretta que usaban y las largas caminatas vestido con un uniforme gris y con un pesado correaje de cuero.
Testigo de la evolución del puerto malacitano durante las últimas cuatro décadas, en su día a día, Ángel ha vivido infinidad situaciones; un variado catálogo de momentos que pasan por rescates y salvamentos de todo tipo, intentos de suicidio, fallecimientos, accidentes laborales, amén las habituales y rutinarias misiones de un policía portuario que ha conocido la Junta de Obras del Puerto y la Autoridad Portuaria.
Manteniendo muy fresco en su memoria el momento en el que cerró por última vez las puertas que daban acceso al recinto portuario en la Plaza de la Marina, nuestro protagonista de hoy también ha sido muy conocido por su afición al coleccionismo de postales de barcos; un interés complementado con recuerdos de buques de guerra y fotografías. Y si bien todos sus compañeros destacan su profesionalidad y su exquisita educación, el detalle que significaría a Ángel Lozano en su trabajo a pie de muelle sería su libretilla, un objeto en el quedaba anotado todo lo que sucedía en su horario laboral.
Con el único reproche en su veterana opinión de que cada vez hay menos policías portuarios, Ángel, deja el puerto de Málaga con tristeza y agradecimiento; toda una vida en los muelles que ahora sustituirá colaborando con Protección Civil como voluntario.
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