Los embalses de Málaga pierden el agua que consume una cuarta parte de la provincia en un año desde el inicio del verano

Vista de la presa de El Limonero. / JAVIER ALBIÑANA

Tras la estratosférica subida de principios de año, llega la irremediable bajada de todos los veranos para los embalses malagueños. Un descenso que encuentra su razón de ser en tres factores: la falta de precipitaciones, la evaporación por las elevadas temperaturas y el mayor consumo, en parte por la temporada alta turística. Así las cosas, las siete reservas de la provincia acumulan estos primeros días de agosto 337 hectómetros cúbicos, es decir, unos 30 menos que a finales de junio, según los últimos datos de la red Hidrosur. Es, de manera aproximada, lo que consume una cuarta parte de la provincia durante un año, acorde a la regla genérica que indica que un hm3 es lo que consumen 15.000 personas durante 12 meses. No obstante, los pantanos siguen luciendo como hacía tiempo que no lo hacían después de varios años secos: nada menos que al 55% de su capacidad. En abril alcanzaron su mejor registro en cinco años; mientras que tal día como hoy hace 12 meses, no hay que obviarlo, apenas contenían 134 hm3.

En estos instantes, como se apunta, la tónica general es la bajada, especialmente en los pantanos que abastecen a Málaga capital, situados en la comarca del Valle del Guadalhorce. Es el caso del Conde del Guadalhorce, que lidera la bajada, con 10,65 hm3 menos en el último mes y pico, hasta marcar poco menos de 48, equivalentes al 72% de su capacidad. Algo menos se resiente el embalse de La Concepción, encargado de dar de beber al extremo occidental de la provincia, con un descuento de 6,4 hm3 que deja su nivel prácticamente igual que la anterior infraestructura, con unos 49 hm3. Sí que es mayor su porcentaje (86,4%), por su tamaño más reducido.

4,75 hm3 es la pérdida firmada por el pantano del Guadalhorce, que acumula algunos hectómetros cúbicos más que los anteriores, unos 54 hm3, al tiempo que hace un año tenía 18. Muestra de su recuperación es que, al final del anterior ejercicio, en octubre, esta infraestructura llegó a tocar fondo, marcando el mínimo histórico. Su nivel actual es del 43,7%. Le sigue, en términos de bajada, el embalse de La Viñuela, que da agua a La Axarquía, al 47,2% de su capacidad, con 4 hm3 menos: lo que va de 81,6 a 77,6. También este embalse, cabe recordar, marcó su mínimo histórico en enero de 2024.

La presa de Casasola, considerada como reserva estratégica (se tira de ella en momentos de acusada necesidad y turbidez), ve menos variación (2,12 hm3 menos) y firma un 58%. El embalse de Guadalteba, por su parte, se encuentra al 53% de su capacidad, tras registrar una bajada de un solo hectómetro cúbico; de esta manera, sus números continúan gozando de buena salud. Es el pantano con más nivel de la provincia: 83 hm3. En último lugar se encuentra la presa de El Limonero, que nada más que descuenta 0,61 hm3, lo que significa que aún almacena 13,2. Su capacidad actual supera el 59%.

¿Sigue habiendo restricciones de agua en la provincia?

Con estas reservas, la situación este verano está siendo muy distinta a la de años anteriores en lo que a restricciones respecta, con apenas limitaciones activas. Dentro de este grupo entrarían las limitaciones de litros por habitante y día, que siguen vigentes, pero que según los últimos datos de la Junta de Andalucía no se están alcanzando, por lo que de facto no están actuando como tal. Estas son de 250 litros por persona y día en la Costa del Sol Occidental; y 225 en Málaga capital, La Axarquía y las zonas sin regulación; todos ellos medidos en alta por los operadores, no por lo que sale de los grifos.

Sí que hay restricciones como tal en varios municipios del interior que no consumen agua de los embalses, sino de pozos y manantiales naturales, y cuyo estado es aún delicado por el desigual reparto de las precipitaciones. Se trata de Humilladero, Fuente de Piedra, Mollina, Alameda y Archidona, donde este verano se ha prohibido llenar y rellenar piscinas con agua potable de la red pública, baldear calles, aceras, fachadas o cualquier otra superficie, lavar coches fuera de los establecimientos autorizados, así como emplear recursos hídricos para cualquier otro uso que se considere no esencial. En total, estas limitaciones afectan a unos 25.000 vecinos de la comarca de Antequera.

En lo que a duchas y lavapiés se refiere, los municipios litorales de La Axarquía no han habilitado las duchas esta temporada y sí los lavapies. Algo que sí han hecho las localidades de la Costa del Sol (Málaga, Torremolinos, Benalmádena, Mijas, Marbella...) tras implantar pulsadores para el ahorro hídrico.

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