“Mi embarazo es de riesgo y me han cancelado la ecografía en la semana 35, no tengo margen”

Los pacientes viven con resignación las consecuencias de la huelga nacional de médicos, que les toca de lleno. Noemí es una de ellas, tiene un embarazo de alto riesgo por preeclampsia –hipertensión arterial que puede implicar riesgos graves tanto para la madre como para el bebé– y desde el principio le están haciendo un seguimiento especial, con revisiones cada mes. Ayer tenía una cita y hoy una ecografía; ambas consultas eran en el Materno Infantil y se las han suspendido por la huelga.

“El lunes hago ya 36 semanas, entonces no tengo margen de que me vean o tarden ahora en darme otra cita, porque me imagino que todas las de las próximas semanas estarán dadas”, decía, preocupada por su estado. “No estoy en la semana 20 como para que me vean el mes que viene”, subrayó.

En su caso, se enteró de que le habían cancelado la cita porque recibió un mensaje de texto en el móvil dos horas antes de la consulta. “Casi me siento una afortunada de que me haya llegado el mensaje”, afirmaba, al tiempo que suponía que no se la habían reprogramado porque sino habría recibido otro mensaje con la fecha nueva. “Imagino que está hecho para que vayamos a quejarnos, que yo lo entiendo, estoy a favor de la huelga, pero el problema es que en situaciones como esta es un poco complicado”, comentaba y decía que se veía “desamparada” en el sentido de que “no sé qué hacer, tampoco cogen el teléfono”.

Además del avanzado estado de gestación y del alto riesgo, también explicó que se está tomando una medicación para controlar la preeclampsia y que le tenían que decir cuándo dejarlo, además de que le tenían que programar ya la cesárea. “La semana que viene o como mucho el siguiente lunes tendría que estar yo en monitores, ya con la fecha de la cesárea puesta”, apuntó.

“He visto el cartel de la huelga, y ahora no sé qué hacer, porque estoy sin pastillas”, dice otra joven

Esta mujer comentó también el caso de su sobrina, de 2 años, a la que le cancelaron ayer una ecografía de revisión de una operación de riñón a la que se sometió hace unos tres meses. “Mi hermana es maestra y está en Almería trabajando, intentó cambiar la cita pero le dijeron que no, que había prisa por mirarlo para ver si estaba todo bien o si había que volver a intervenirla; y entonces dejó a la niña con mi madre para que pudiese ir, y ahora le dicen que no, cuando fueron ellos los que le metieron bulla”, describe.

Otro caso es el de Rosa, que tenía fue al centro de salud Victoria, en la capital, para recoger los resultados de una analítica para saber si le cambian la medicación del tiroides. “Cogí la cita hace más de un mes porque era importante, porque me tenían que renovar la medicación y he ido hoy y he visto el cartel de que estaban en huelga, y ahora no sé qué hacer porque estoy sin pastillas”, explica. Asegura que intentó conseguir otra cita, pero que la cola era “por lo menos de una hora” y que por internet no había fecha.