Un empresario de cantera

Trabajadores y colegas le definen como un hombre tenaz, serio y sencillo

José Luis Sánchez Domínguez junto a su familia, ayer, tras ingresar en la Academia de Ciencias Sociales y del Medio Ambiente.
E. M. / Málaga

26 de mayo 2009 - 01:00

El empresario hecho a sí mismo no tiene fines de semana ni vacaciones. Es el primero que llega a la empresa y el último que se va. Esther Sánchez Manzano, hija del presidente de Sando y directora de la fundación Sando, recordaba ayer los fines de semana de su infancia que los cuatro hermanos pasaban con su padre en la cantera o en el taller mecánico.

El grupo, que factura más de 1.000 millones, emplea a 2.500 personas y opera además de en España en Polonia, Hungría y ahora está entrando en México, nació formalmente en 1974. Hacía ya tres años que Manuel Ruiz había abandonado la cárcel por su lucha contra el franquismo y comenzó a trabajar para José Luis Sánchez. Durante más de 35 años ha permanecido vinculado a un hombre tan "tenaz como serio con clientes, proveedores y bancos". "Es un hombre sencillo que siempre tiene el despacho abierto", admitía ayer Javier Flores, directivo de la compañía. "Él te llama directamente, todos tenemos su teléfono" y, a pesar de la trayectoria afronta "en primera línea" el día a día de la compañía. "Acude a todas las reuniones y a los comités, se preocupa por todo en todo momento".

El acto de ingreso de Sánchez Domínguez en la Academia de Ciencias Sociales y del Medio Ambiente, entidad que preside Antonio Pascual, contó con la presencia de toda la clase política y empresarial tanto malagueña como andaluza. Desde el presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga, Vicente García, de la Cámara de Comercio, Jerónimo Pérez, o de los promotores, José Prado, hasta el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, la consejera de Cultura, Rosa Torres, el subdelegado del Gobierno, Hilario López, o el flamante secretario general de la Consejería de Obras Públicas, Enrique Salvo.

También las grandes corporaciones andaluzas le mostraron su apoyo. Luis Miguel Martín, director de la fundación Sánchez Ramade, comparaba al presidente de Sando y al fallecido Eugenio Sánchez Ramade, ejemplos de "una hornada de emprendedores que han hecho que Andalucía tenga peso empresarial". Para el presidente de Aceites del Sur, Juan Ramón Guillén, pertenece a una generación marcada por "el trabajo, la intuición y el riesgo". Una persona "sencilla a quien el éxito no le ha hecho perder el control de sus actos", según el ex presidente de los empresarios de Sevilla Juan Salas Tornero.

Luis Fernando Martínez, director general de la tecnológica AT4 Wireless, participada por Sando, iba incluso más allá al afirmar que Sánchez Domínguez "no es un constructor de vieja escuela, sino un empresario abierto a la internacionalización y al uso de las tecnologías, al que no le interesa tanto el retorno del beneficio sino la apuesta a medio y largo plazo".

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