"En caso de que hubiera ocurrido cuatro horas más tarde, hoy Málaga estaría de luto", relata una persona presente durante el derrumbe del arco de luces y la pantalla sobre el escenario de la Juventud en el Real de la Feria el pasado lunes. Según cuenta este testigo, la estructura tubular sucumbió ante el escenario, previsiblemente por el viento, además de ser arrastrada varios metros más allá, desprendiéndose de ella partes metálicas que fueron eyectadas a la zona en la que suele encontrarse el público. 

"La suerte es que se produjo cuando no había prácticamente nadie, de otra forma hubiera sido una catástrofe", recalca. Cabe señalar que las máximas rachas registradas por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) se alzaban hasta los 44 kilómetros por hora, pero que estas no se dieron hasta pasadas las 18 horas. Más de dos horas y media más tarde desde que se registrase el primer aviso de desprendimiento en la sala de Emergencias 112. 

Foto de la base de la estructura en la que se comprueba que no estaba fijada al suelo ni tenía contrapesos.

Además, distintos bomberos que acudieron a la zona para realizar el vallado y el balizamiento y comprobar que no hubiese ningún herido, constatan que la estructura no estaba fijada al suelo como es normal para puentes de luces de este tipo en exteriores. Tampoco contaba con contrapesos ni con cables tensores –riostras– que pudieran sujetar la estructura en caso de que las condiciones climáticas fueran adversas. 

Los distintos bomberos y especialistas con los que ha podido ponerse en contacto Málaga Hoy, destacan que la estructura contaba con medidas de seguridad más propias de eventos en interior que las que se requieren para una estructura de ese tipo –con una gran pantalla que puede hacer de retén contra el viento– en exteriores. 

Los expertos también coinciden en que el siniestro podría haber sido mucho mayor en caso de que se hubiese producido a una hora con alta concentración de personas, como suele suceder en ese espacio de la feria que los jóvenes usan comúnmente para hacer botellón.

La torre de luces que también soportaba la gran pantalla sucumbió completamente sobre el escenario.

Para elevar estos dispositivos la empresa debe emitir una serie de informes técnicos firmados por peritos, además de contar con los permisos necesarios. Desde el Ayuntamiento de Málaga afirman que el escenario tenía todos estos papeles en regla. Este periódico, pese a haber solicitado verlos, se encuentra a la espera de poder confirmarlo a la hora del cierre de la edición. 

La noche del miércoles pudo volver la actividad al escenario después de que la empresa Arpa Sonido repusiera la estructura y un perito validase la solidez y la seguridad de la instalación. Pudo continuar la programación prevista, con música en directo por cuenta de Tony Solís y DJ Wally.

La oposición pedirá "responsabilidades políticas y técnicas" al Ayuntamiento tras haber solicitado los informes pertinentes que acrediten lo sucedido. Aún queda que se redacte un informe acerca de las causas del derrumbe, lo que corresponde a la empresa aseguradora del escenario.