Unos 2.300 escolares de la provincia de Málaga llevan un mes sin comedor

Solo el CEIP Clara Campoamor ha reiniciado el servicio y dos colegios más lo harán en los próximos días

Otros 46 centros siguen sin solución

La Agencia Pública Andaluza de Educación asegura que no tiene novedades de momento

Madres del colegio Guadaljaire en una protesta realizada el 30 de septiembre.
Madres del colegio Guadaljaire en una protesta realizada el 30 de septiembre. / Javier Albiñana

Las “soluciones urgentes” que familias, asociaciones de padres, centros y sindicatos han pedido no llegan. Se cumple un mes desde que comenzó el nuevo curso escolar y todavía unos 2.300 escolares en la provincia continúan sin servicio de comedor. Entre ellos alumnos en riesgo de exclusión social que tienen el comedor bonificado al 100% gracias al Programa de Refuerzo de la Alimentación Infantil. Tan solo el colegio Clara Campoamor ha recuperado el servicio a través de la empresa de catering El Cántaro. En este centro almuerzan a diario unos 300 menores.

También comenzarán la próxima semana, según informó la Agencia Pública Andaluza de Educación (APAE), los colegios María Zambrano de la capital malagueña (el martes 13 de octubre) y Josefina Aldecoa de Torre de Benagalbón (el lunes 19 de octubre). El resto, otros 46 centros, siguen sin resolver un problema que afecta directamente a la conciliación de las familias. La APAE aseguró ayer que no hay novedades de momento y los padres se desesperan.

Ya realizaron varios actos de protesta, como la sentada en la puerta del CEIP Carmen de Burgos. Allí, Lourdes del Río y su compañera de trabajo Alicia Jiménez explicaban que han tenido que acogerse a una reducción de jornada de cuatro horas al día para poder recoger a sus hijos del colegio y llevarlos a casa a comer. “Creo que todas las familias compartimos esta sensación de estrés, es un servicio básico que independientemente de quiebras, concursos o pliegos de condiciones se tiene que garantizar”, añadía Verónica Plata, otra de las madres afectadas.

En los colegios Guadaljaire y Francisco de Goya se complica aún más la situación. La inmensa mayoría del centenar de usuarios del comedor es alumnado vulnerable. Helen, por ejemplo, tiene dos hijas de 6 y 8 años, es temporera en el campo y la contratan unos 12 días al mes. Su marido no tiene ingresos y asegura que la situación es “muy complicada” en casa y necesita el comedor escolar.

La mitad de las asociaciones de madres y padres afectadas, 24 en total, presentaron un escrito conjunto ante la Delegación de Educación y la APAE a finales de septiembre. Lamentaban que transcurridos 20 días siguieran sin noticias. “La primera respuesta por parte de Educación fue que en 15 días se intentaría restablecer el servicio, pero ya ha pasado el plazo y nos encontramos sin servicio y sin solución”, apuntaron.

También afirmaron que las aulas de espera son “un parche nada eficiente” ya que no se les permite comer en ellas y, además, se rompe el control de los grupos burbuja. El panorama sigue siendo el mismo desde que el 8 de septiembre se comunicó que Perea Rojas y Col Servicol dejaban de prestar servicio.

Los abuelos, un plan b para muchos

Cuando dos días antes del inicio del curso las familias se encontraron sin comedor, muchas tuvieron que recurrir a los abuelos. No había otra manera de llegar a las 14:00 a por sus hijos. Más aún cuando no tenían clara una fecha para recuperar el servicio que les permitiera organizar sus agendas laborales. Aunque la intranquilidad ha sido grande. “Se está exponiendo en muchos casos a población de riesgo cómo son los abuelos ante la imposibilidad de dejar sus trabajos”, criticó la Federación de Asociaciones de Madres y Padres, Fdapa. “Ya han transcurrido cuatro semanas desde que se hizo pública la decisión de las empresas de no prestar el servicio, la APAE debería tener resuelto el problema, que deja en una muy precaria situación a miles de alumnos en una situación social extrema y que hacen muy difícil, por no decir imposible, la conciliación laboral y familiar”, agregaron desde la federación. Y reiteraron la necesidad de que la Consejería de Educación de la máxima prioridad a la contratación inmediata de empresas que puedan prestar este servicio. En Málaga se han visto afectados unos 2.600 escolares y en Andalucía 12.000 de más de 130 colegios e institutos.

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